Antonio Torres del Cerro
París, 3 oct (EFE).- "Apoyaré aún más todo lo que viene de la calle, desde la música pasando por la danza y los deportes urbanos", explica a EFE la coreógrafa española Blanca Li, quien preside desde este verano uno de los centros públicos culturales más importantes de Francia, el de La Villette en París.
A sus 60 años, la bailarina granadina pone, a las riendas de esta prestigiosa institución, una nueva piedra a su exitosa trayectoria, que comenzó en su adolescencia cuando se marchó a Nueva York con 17 años a estudiar con Martha Graham, figura innovadora de la danza moderna.
Impregnada en un primer momento por el alumbramiento de la cultura hip-hop y el breaking, Blanca Li ha navegado por un mar de estilos, desde el flamenco hasta la música electrónica, con el deseo de aprender y de impregnarse por otras realidades, lo que le ha llevado a trabajar en capitales como Madrid y Berlín, aunque siempre con su cuartel general en París, ciudad a la que vive desde 1992.
Nombrada por Emmanuel Macron, Li va a llevar ahora una "doble vida como artista y gestora", pues va a continuar dirigiendo espectáculos de danza como el de 'Dido y Eneas', que precisamente se presenta en el mismo centro que preside este 17 de octubre, tras su exitoso paso por Mérida y Granada el último verano.
"He dirigido cuatro años los Teatros del Canal en Madrid (2019-2023), fue una experiencia preciosa, en uno de los teatros más importantes de España y, durante ese tiempo, seguí con mi compañía. Ya he aprendido a tener esa doble vida", destaca con una media sonrisa.
Blanca Li querría que los días tuvieran 35 o 40 horas y vive con un ritmo cotidiano frenético. "Trabajo los siete días de la semana las 24 horas al día, pero no me importa, porque mi trabajo es algo que realmente me apasiona".
Esa pasión y energía es la que Li quiere inyectar como responsable de La Villette, que cuenta con 40 millones de presupuesto al año en un espacio de 55 hectáreas en un parque al noreste de París en los que se alojaban unos emblemáticos mataderos reconvertidos en salas de espectáculos.
"Vamos a instalar unos parques de danza para que se pueda venir a entrenar. Vamos a abrir más residencias para que los artistas puedan practicar los graffitis y espacios para los deportes urbanos. También albergaremos un lugar para acoger las creaciones digitales", detalla Li.
El complejo de La Villette, que incluye la Filarmónica de París, la Ciudad de las Artes y las Ciencias -punto de referencia para el público infantil-, un teatro y un parque en un tramo del canal del Ourcq, es uno de los lugares más transitados del país, con 12 millones de visitantes al año.
Permeable a todas las nuevas formas de expresión, Blanca Li espera que Francia se consolide como uno de los centros mundiales del arte urbano gracias a su fuerte movimiento hip hop y al apoyo económico que brindan las instituciones públicas.
La coreógrafa y bailarina, que durante su dilatada carrera ha colaborado con Daft Punk, Paul McCartney, Beyoncé y Kayne West, señala a Corea del Sur, México y Rusia como otros de los países punteros en artes y danzas callejeras.
Li, española naturalizada francesa casada con un matemático francocoreano y con dos hijos trilingües, defiende la multiculturalidad y la inmigración en un momento de tensiones nacionalistas en Europa.
"Me da mucha pena cuando se estigmatiza a los inmigrantes. La mayoría son gente como nosotros, trabajadores, personas que en muchos casos han tenido que dejar sus países por cuestiones muy diversas. Se vende como si todos los emigrantes fueran siempre lo peor", lamenta.
La coreógrafa, condecorada con la orden de las Artes y las Letras de Francia e integrante de la Academia de Bellas Artes de ese país, asume su tristeza cuando "se generaliza un odio hacia las diferencias y hacia otras culturas".
"Siempre me han gustado las ciudades multiculturales porque me parece que en nuestras diferencias está también nuestra riqueza", finaliza la granadina. EFE
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