Alertan del riesgo de que el defensor de ballenas Paul Watson muera en una cárcel de Japón

Paul Watson, defensor de ballenas y fundador de Sea Shepherd, enfrenta una posible condena en Japón tras su detención en Groenlandia por una orden internacional debido a su oposición a la caza de cetáceos

Guardar

Sídney (Australia), 3 oct (EFE).- El defensor de ballenas Paul Watson, de 73 años, puede morir en la cárcel "por defender la ley", según alertó este jueves Bob Brown, exdirector de la filial australiana de Sea Shepherd, fundada por este activista, detenido en julio en Groenlandia tras una orden de captura de Japón.

"Si (Watson) es puesto en confinamiento solitario, (ya que) hay una tasa de condena del 99 % de las personas que son juzgadas por los tribunales japoneses, probablemente muera allí", dijo hoy a EFE Brown, exsenador del país oceánico, en una reunión virtual con la Asociación de la Prensa Extranjera en Australia.

"Es realmente una situación atroz", indicó, al referirse a las circunstancias que afronta el ambientalista canadiense -estadounidense de 73 años y también fundador de la organización ecologista Greenpeace.

Watson, creador de la Fundación Capitán Paul Watson, se encuentra en prisión preventiva desde que fue detenido el 21 de julio, después de que su embarcación atracara en Nuuk, capital de Groenlandia, cuando se dirigía a una misión para interceptar a un nuevo barco ballenero japonés en el Pacífico Norte.

Esta detención se produce en el marco de una orden internacional de captura emitida por Japón hace más de una década porque Watson supuestamente agredió a cazadores de ballenas y haber entorpecido su actividad en dos episodios ocurridos en 2010 en aguas antárticas.

Entonces, Watson y los activistas de Sea Shepherd se enfrentaron a los barcos de Japón, país que capturaba centenares de ballenas cada año con "fines científicos" en el continente helado, lo que motivó que Australia presentara en 2010 una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra estas actividades niponas.

La CIJ dictaminó en 2014 que la pesca de Japón no se ajustaba a los fines científicos establecidos por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), obligando a Tokio a paralizar temporalmente su programa en el Antártico hasta que en 2019 lo retomó en medio de condenas de Australia y otros países.

"Tenemos al defensor de la ley en prisión en Groenlandia y al infractor de la ley, el ballenero criminal Japón, queriendo que lo transfieran bajo su custodia", agregó Brown, uno de los fundadores y exlíderes del Partido Verde Australiano.

Brown también recordó hoy que las acciones de Watson en favor de la protección de las ballenas en aguas antárticas fueron claves para que la población australiana presionara al Ejecutivo de Camberra para que tomara medidas para proteger a los cetáceos.

Watson, conocido por sus campañas en el mar, donde emprendía emboscadas con en ocasiones cañones de agua contra los cazadores, también afrontó un largo proceso judicial en Costa Rica por intentar hundir una embarcación pesquera en 2002 porque supuestamente cortaba aletas de tiburones, aunque un tribunal del país centroamericano declaró el sobreseimiento del caso en 2019 al haber prescrito.EFE

Guardar