Nairobi, 2 oct (EFE).- Ciento once migrantes que fueron obligados a saltar al agua por los traficantes cuando viajaban desde Yemen hacia Yibuti a bordo de dos embarcaciones permanecen desaparecidos en el mar Rojo, mientras al menos otros 45 murieron, informó este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Según un comunicado de esta agencia de la ONU, el primer barco transportaba a 100 personas y el segundo a 210 y "los migrantes fueron forzados por los operadores yemeníes de las embarcaciones a desembarcar en mar abierto y nadar".
Hasta el momento se han recuperado 45 cuerpos y 154 supervivientes han sido rescatados, incluyendo un bebé de cuatro meses cuya madre se ahogó durante la tragedia, que ocurrió cerca de la costa de la ciudad portuaria yibutí de Obock.
"La Guardia Costera de Yibuti está llevando a cabo operaciones de búsqueda y rescate para localizar a los migrantes desaparecidos", aseguró la OIM.
De acuerdo a la organización, este incidente hace de 2024 el año más mortífero en cuanto a los cruces de migrantes en la ruta oriental desde el Cuerno de África hasta Yemen y los Estados del golfo Pérsico, habiendo registrado al menos 334 muertes entre los pasados meses de enero y agosto.
Esta ruta se encuentra, según la OIM, entre las "más peligrosas" del mundo y registró casi 400.000 movimientos en 2023.
Ese mismo año al menos 698 personas, entre ellas mujeres y niños, murieron cruzando el golfo de Adén hasta Yemen con la esperanza de llegar a Arabia Saudí, según datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM.
Desde 2014, cuando se empezó a contar, son más de 1.300 las personas mueras.
Los migrantes abandonan sus hogares en busca de mejores oportunidades laborales y, en algunos casos, para escapar de los conflictos, la inseguridad y los efectos adversos del cambio climático.
En sus viajes, muchos enfrentan riesgos que ponen en peligro sus vidas, como hambre, enfermedades y explotación a manos de traficantes de personas, unos peligros que sufren de nuevo cuando no logran sus objetivos e intentan volver a sus países de origen, principalmente Etiopía, pero también Somalia en ocasiones. EFE