Expertos ONU denuncian un racismo sistemático en Brasil "herencia de su pasado esclavista"

Brasil enfrenta un racismo sistemático que perpetúa disparidades raciales en educación, salud y empleo, mientras las fuerzas de seguridad intensifican abusos contra la población afrodescendiente según expertos de la ONU

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Antonio Broto

Ginebra, 2 oct (EFE).- Brasil mantiene estructuras y prácticas que muestran un racismo sistemático "heredado de la esclavitud y el colonialismo", denunció un informe de un grupo de expertos presentado este miércoles ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El informe del Mecanismo Internacional de Expertos Independientes para promover la Justicia Racial, elaborado tras la visita a Brasil que sus tres miembros llevaron a cabo en diciembre de 2023, asegura que ese racismo sistemático "perpetúa las disparidades raciales en la educación, la salud, la vivienda o el empleo".

Los expertos denunciaron en su informe que en un país con un elevado número de personas asesinadas por las fuerzas de seguridad (más de 6.000 al año) las afrodescendientes tienen hasta tres veces mayor riesgo de morir por acciones policiales.

Estas personas afrodescendientes, que suponen aproximadamente un 55 % de la población brasileña, están sobrerrepresentadas tanto en la cifra de asesinados por la policía (un 82 % en 2023) como en la de encarcelados (un 69 % del total, algo notable en el país con la tercera mayor población reclusa del mundo).

El estudio asegura que los casos de abuso de la fuerza contra estas comunidades no son como algunos defienden "actos aislados" sino parte de "un preocupante patrón que muestra un problema sistemático que necesita ser solucionado".

"Los asesinatos de personas afrodescendientes por parte de las fuerzas de seguridad en Brasil no están sólo generalizados en muchas partes del territorio sino que se llevan a cabo de una manera sistemática que apunta a su uso como 'proceso de limpieza social' diseñado para exterminar sectores de la sociedad percibidos como indeseables, peligrosos o criminales", denunciaron.

La mayoría de estos casos no son investigados o juzgados, e incluso se denunciaron casos de intimidación y represalias contra testigos, víctimas y familiares de éstas, muchos de ellos mujeres afrodescendientes que a menudo reciben amenazas y estigmatizacióbn, denunció el informe.

El perfilado racial por parte de las fuerzas de seguridad también es según los expertos un problema extendido en Brasil y que "a menudo desemboca en abusos y violencia", a veces letal, en un país donde "el racismo sistemático identifica de forma espúrea la piel oscura con criminalidad y delincuencia".

El informe también denuncia sesgos raciales en los algoritmos utilizados por las fuerzas de seguridad brasileñas en sus sistemas de reconocimiento facial.

Los afrodescendientes también están sobrerrepresentados en el número de fallecidos por muertes violentas en el país: de los 46.328 registrados el pasado año, un 78 % eran de esas comunidades, un porcentaje que incluso aumenta hasta el 85 % en el caso de adolescentes asesinados.

Según el informe de los expertos, el racismo en Brasil es herencia de un sistema esclavista que en el país perduró tres siglos, siendo el último Estado de América en abolirlo.

De los 28 millones de personas capturadas en África por este sistema esclavista entre los siglos XVI y XIX (más de la mitad de ellas fallecidas en la dura travesía por el Atlántico), unos 5 millones fueron llevadas a la costa de lo que hoy es Brasil, recordaron en su informe.

Éste dedica especial atención a la discriminación religiosa de las religiones afrobrasileñas, con represión estatal dirigida a suprimirlas y a casos como el reciente asesinato de la líder religiosa y social Mae Bernadete, seis años después de que su hijo también falleciera de forma violenta.

Los expertos del comité son los juristas Akua Kuenyehia (Ghana) y Juan Méndez (Argentina), además de la expolicía y activista estadounidense Tracie Keesee, quienes visitaron Brasil del 27 de noviembre al 8 de diciembre de 2023.

En su viaje, que incluyó Brasilia, Sao Paulo, Río de Janeiro, Fortaleza y Salvador de Bahía, se reunieron con autoridades federales y locales, visitaron prisiones y escucharon testimonios de víctimas y familiares de éstas. EFE

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