Abraham de Amézaga
París, 2 oct (EFE).- Cinco tendencias pueden destacarse en las colecciones presentadas en la Semana de la Moda de París, que se clausuró el martes, y en la que se mostraron las creaciones femeninas para la Primavera-Verano 2025.
Las estaciones más cálidas del próximo año serán el momento perfecto para lucir vestidos. Las marcas y diseñadores que han desvelado sus propuestas en París estos días han hecho de ellos un indispensable en sus colecciones. De los largos con un tirante de Dior, obra de Maria Grazia Chiuri, a los estampados de Léonard o los de refinado cuero de Hermès. En cuanto a diseñadores, Nabel Martins se vale de un azul que nos recuerda el que utilizaba el artista Yves Klein, la referencia.
Una prenda tan fresca y cómoda como la camiseta no podía faltar entre las propuestas de moda. El joven Alphonse Maîtrepierre, que salió a saludar tras su pase enfundado en una, propone un simpático modelo con la imagen de un delfín; mientras que Loewe muestra impresos desde los girasoles de Van Gogh, hasta los rostros de Bach, Manet o Mozart. Camisetas que se pueden perfectamente llevar con faldas, pantalones o shorts, otra de las prendas-referente del verano y sus momentos de mayor relax.
La presencia de las transparencias suele ser habitual, sobre todo en las propuestas de verano. En 2025 se dejarán ver en vestidos, gracias a Gabriela Hearst, Issey Miyake o Efraín Mogollón; así como combinadas con otros materiales. En el desfile de Chanel, no faltaron, como tampoco faltarán en el guardarropa estival de multitud de mujeres. Una sugerencia es superponerlas; es decir, sobre una camiseta o un vestido, creando un juego de contrastes y un toque de discreción.
El verano es sinónimo de color en su máxima expresión. A los vitamínicos naranja, amarillo o verde, se le añaden azules, de la mano de nombres como Rochas o Louis Vuitton, así como mezclas con formas geométricas, como se vio en Pierre Cardin. Lugar también para los pastel, entre los que se pudieron ver en el desfile en Lacoste; junto a toda la gama de marrones. Y, por supuesto, los no color, como el blanco o el negro, así como la combinación de ambos, serán un valor seguro.
Sombreros, gorras, cinturones, bolsos..., y por supuesto zapatos, con o sin cordones, con o sin plataformas, planos, sandalias... No hay una tendencia, sino un buen número. Las diferentes firmas apuestan por una gran variedad de modelos y tamaños, en cuanto a bolsos. Longchamp crea, además, un modelo con tejido restante de sus colecciones y Roger Vivier amplía su colección «Belle Vivier». Ejemplo de artesanía y belleza los de Tarbay, que se realizan a mano en la isla de Margarita. EFE