Seúl, 1 oct (EFE).- Corea del Sur sacó hoy martes músculo militar con un gran desfile en el que mostró por primera vez su misil balístico más avanzado, en lo que supone una clara advertencia al Norte, quien ha insistido en sus gestos hostiles hacia Seúl en los últimos meses.
La capital surcoreana acogió por segundo año consecutivo un desfile militar en el centro de la ciudad para conmemorar el día de las Fuerzas Armadas, algo que no se veía desde los ochenta y que subraya el mensaje endurecido que busca transmitir la Administración del conservador Yoon Suk-yeol en un momento marcado por las relaciones pésimas e inexistentes entre las dos Coreas o la guerra de Ucrania.
Miles de efectivos de las Fuerzas Armadas surcoreanas marcharon ante la multitud congregada en la céntrica avenida Sejong, al igual que tanques K-2, artillería autopropulsada K-9, drones, misiles de crucero o el Sistema de Misiles Tierra-Aire de Largo Alcance (L-SAM por sus siglas en inglés), concebido para derribar misiles balísticos a una altura de unos 50-60 kilómetros.
Este año, gracias a una meteorología más benévola, pudieron tomar parte también elementos de las Fuerzas Aéreas -como helicópteros Apache o el escuadrón de exhibición Black Eagles a bordo de sus cazas T-50- que sobrevolaron con estruendo el centro de la urbe para regocijo del público.
Sin embargo, la parte más contundente del mensaje que buscaba enviar el Gobierno Yoon se produjo unas horas antes, en un primer desfile celebrado en una base aérea en Seongnam, al sur de la capital surcoreana.
Ahí se vio por primera vez en público el misil balístico más poderoso desarrollado hasta ahora por Seúl, el Hyunmoo-V, un proyectil capaz de cargar cabezas explosivas de entre ocho y nueve toneladas.
Este misil es capaz de destruir búnqueres subterráneos, por lo que es una pieza fundamental del mecanismo de "Castigo y Represalia Masivos" (KMPR, por sus siglas en inglés), el plan de respuesta sureño ante un hipotético ataque del Norte que está pensado para descabezar al régimen del país vecino.
"Nuestro ejército responderá inmediatamente a las provocaciones de Corea del Norte basándose en una poderosa capacidad de combate y en una sólida preparación", dijo Yoon en el discurso que pronunció en Seongnam.
El presidente surcoreano volvió a insistir en que "si Corea del Norte trata de usar sus armas nucleares, encarará una respuesta decisiva y abrumadora" por parte de los ejércitos surcoreano y estadounidense.
A su vez, también se eligió el día de hoy como fecha para el establecimiento oficial del Comando Estratégico de Corea del Sur, un nuevo órgano que coordinará los sistemas de armas más importantes del país y concebidos para disuadir a Corea del Norte -país con el que permanece en guerra desde los años cincuenta- de usar su cada vez más sofisticado arsenal.
Parte de esos activos que gestionará el nuevo mando, como los cazas furtivos F-35 o los KF-21 (el modelo desarrollado por Corea del Sur que debería estar operativo en tres años), sobrevolaron también la base en Seongnam, al igual que un bombardero estratégico estadounidense B-1, un elemento integrado en la llamada disuasión extendida, el mecanismo con el que Washington apoya a Seúl para desalentar a Pionyang de cara a realizar un ataque.
Puesto que ya se conocía la presencia del bombardero estadounidense, la respuesta norcoreana llegó antes incluso de que se celebraran los desfiles.
En un comunicado publicado por la agencia KCNA, el viceministro de Defensa Nacional norcoreano, Kim Kang-il, advirtió que el ejército norteño "nunca permanecerá como un observador pasivo a los actos de provocación militar de las fuerzas hostiles" y que "tomará una acción contundente que se corresponda con los mismos".
En septiembre, Pionyang probó un misil Hwasongpho-11 pensado para cargar cabezas de hasta 4,5 toneledas, un arma que es una réplica indisimulada del sistema Hyunmoo surcoreano, y mostró además por primera vez las centrifugadoras con las cuales obtiene uranio enriquecido para sus bombas nucleares, un mensaje aparentemente dirigido al futuro presidente de EE.UU.
Corea del Norte lleva rechazando entablar diálogo alguno con el Sur -a quien tiene previsto oficializar como enemigo "número uno" en su Constitución la semana próxima- o EE.UU. en el último lustro y desde 2023 ha reforzado enormemente su relación militar con Rusia, a quien está apoyando con envíos de armamento para usar contra Ucrania. EFE
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