Scholz y Macron se citan debilitados en Berlín entre tensiones económicas y geopolíticas

Macron llega a Berlín para el Diálogo Global en medio de críticas sobre comercio, mientras Scholz enfrenta desafíos políticos tras elecciones regionales, resaltando la inestabilidad geopolítica en Europa

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Berlín 1 oct (EFE).- El canciller alemán Olaf Scholz recibirá el miércoles al presidente francés, Emmanuel Macron, en una visita marcada por su debilitamiento político, sus diferentes visiones del comercio internacional y un tensionado contexto geopolítico debido a las guerras en Ucrania y Oriente Medio.

Macron acude a Berlín para participar en el segundo Diálogo Global de Berlín, una cita donde líderes internacionales de la política, los negocios y el mundo académico se reúnen bajo la idea de "dar forma a una nueva era económica", y en la que el mandatario galo pronunciará por la tarde un discurso sobre el papel de Europa en un futuro multipolar.

Primero irá a la Cancillería, donde hablará con Scholz de cuestiones europeas, temas internacionales y de relaciones bilaterales, pero lo harán en un momento en el que el jefe de Estado francés afronta duras críticas en el debate público germano.

De hecho, el diario económico 'Handelsblatt' acusó en su edición de este martes al presidente galo de "torpedear" un eventual acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur.

La actitud de París ante un acuerdo europeo con la organización que reúne a Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil es algo que ya ha levantado ampollas recientemente entre Scholz y Macron.

"Cuando Scholz y Macron se reunieron en el encuentro empresarial franco-alemán de Evian a principios de septiembre, el ambiente sobre el tema ya era, al parecer, malo", recogió 'Handelsblatt', que resumió la actitud de Francia ante los acuerdos de libre comercio como la propia de un país en el que "el comercio libre es impopular en la población y en la política".

Alemania, una nación cuyo rendimiento económico está tradicional y fuertemente vinculado a las exportaciones, precisa de condiciones favorables para el comercio si quiere ver crecer su PIB.

De hecho, las consecuencias de la guerra de Rusia contra Ucrania y las incertidumbres internacionales que despiertan conflictos como el de Oriente Medio minan las perspectivas económicas de Alemania, que en 2023 se contrajo un 0,1 %.

La economía francesa, en 2023, creció un 0,9 % y las previsiones para este año son mejores que las de los expertos germanos hacen para Alemania, pues en París se estima que el PIB experimente un crecimiento del 1,1 %.

Políticamente, ambos líderes se verán el miércoles en un momento de particular debilidad, lo que puede restar aplomo a sus declaraciones frente a la inestabilidad geopolítica que agita el este europeo por la invasión de Rusia contra Ucrania y por la guerra de Israel contra Hamás y Hizbulá en Oriente Medio.

Scholz, aunque vio ganar en Brandeburgo a su Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) hace dos domingos, registró decepcionantes resultados en Turingia y Sajonia, los otros dos estados federados del este alemán que votaron el 1 de septiembre.

En Turingia, la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) ganó por primera vez en unas elecciones regionales y en Sajonia fue segunda fuerza, al quedar muy cerca de la vencedora Unión Cristianodemócrata (CDU).

El SPD, la formación de Scholz, fue la quinta fuerza en Turingia (6,1%) y en Sajonia quedó cuarta (7,3 %).

Por su parte, en Francia apenas lleva un mes en funcionamiento el Gobierno del primer ministro Michel Barnier, cuyo gabinete componen figuras conservadoras, centristas y de izquierda después de unas las elecciones legislativas celebradas entre junio y julio que debilitaron a Ensemble (juntos), la plataforma política de Macron.

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