San Siro, tierra de 'ultras'

Reventa de entradas y conexiones con el crimen organizado marcan el panorama de la afición en San Siro, donde ultras de Inter y Milan mantienen un pacto de control y actividad delictiva.

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Tomás Frutos

Roma, 1 oct (EFE).- Reventa de entradas, control del aparcamiento en los aledaños del estadio y amenaza a los vendedores ambulantes. Todo en el Giuseppe Meazza, en el mítico San Siro, un estadio que se ha convertido en tierra dominada por los 'ultras' y mafiosos de Inter y Milan desde hace varios años.

La 'Curva Nord 69', el grupo radical del Inter, y la 'Curva Sud Milano', del Milan, tienen un pacto de no agresión desde hace tiempo con el que controlan San Siro a partes iguales maximizando los beneficios, campando a sus anchas con la excusa del fútbol, algo que en realidad pasa a un segundo plano para los encapuchados y líderes mafiosos de ambos lados, muchos de ellos detenido este lunes.

En la maxi operación policial se detuvieron a 19 personas relacionadas con ambas hinchadas, 16 de ellas en prisión preventiva y 3 bajo arresto domiciliario, acusadas de "conspiración criminal, con el agravante del método mafioso, además de extorsión, lesiones y otros delitos graves", señalaron la Policía de Estado y la Guardia de Finanzas en un comunicado conjunto.

Los lamentables capítulos de abuso de hinchas radicales de Inter y Milan se han sucedido con mucha asiduidad en los últimos años, tal y como se comprueba en los documentos de la investigación, revelados por los medios locales.

Lo más llamativo de todo lo sucedido sea quizá el compadreo entre los radicales y Simone Inzaghi, el entrenador del Inter, que recibió en su móvil personal una llamada de Marco Ferdico, uno de los 'capos' que acabó en la cárcel.

En ella, Ferdico exigía 200 entradas más para la final de la Liga de Campeones con la amenaza de no animar en la final de la Copa Italia ante la 'Fiore' en caso de no recibirlas. El fútbol en un segundo plano.

"Hablaré con Ferri, Zanetti y Marotta (directiva)", afirmó Inzaghi. Pocos días más tarde, no llegaron 200, sino 500 entradas más para los radicales gracias a la intervención del propio técnico.

No fue la única vez que tuvieron contacto con Inzaghi, al que ya a principios de 2023 recomendaron dejar siempre los dos delanteros fijos.

Los asuntos de la 'Curva Nord 69' son bien conocidos y no solo se quedan con el técnico. Ya se reunieron en su día con Milan Skriniar para saber su futuro y con Romelu Lukaku para pedir explicaciones por el mal momento del equipo.

Y, cómo no, también casos polémicos de manera interna, como el reciente asesinato del líder Antonio Belloco por otro miembro del grupo ultra, Andrea Beretta, ya en prisión e imputado también en esta operación.

Además, en 2022, la 'Curva Nord 69' conoció durante un partido el asesinato de uno de sus históricos líderes y se marchó del estadio en mitad del enfrentamiento, obligando a abandonar el estadio a otros aficionados de manera violenta, incluso a familias con niños pequeños.

En la zona milanista también hay casos de abusos por parte de los radicales. En 2023, Luca Lucci, jefe de los 'ultras' del Milan y uno de los detenidos, se reunió en un bar con Davide Calabria, capitán 'rossonero'.

Han pasado más 24 horas desde que las autoridades italianas arrasaran con casi una veintena de detenciones las gradas 'ultra' de Inter y Milan, pero ninguno de los clubes ha condenado públicamente todavía los hechos mafiosos, abusivos y más que reprobables de aquellos que llenan su estadio cada fin de semana.

Cuando hace apenas unos días los aficionados del Athletic Club de Bilbao lanzaron una bengala a los seguidores del Roma, el club vasco no tardó lo más mínimo en condenar lo sucedido. Ernesto Valverde criticó a los suyos por el hecho antes de la rueda de prensa, los jugadores pasaron por zona mixta para pedir que no se repitiera y el club emitió un comunicado alegando que ese "no era su estilo" y pidiendo perdón al Roma.

Un ejemplo que ni Inter ni Milan parecen dispuestos a seguir ni siquiera para desmarcarse de diecinueve cabecillas de grupos radicales que se creen los dueños del club, que infunden el miedo en muchas ocasiones a familias en el estadio y que, algunos en el caso del Inter, tienen relaciones con la mafia más poderosa del mundo, la 'Ndrangheta.

Ambos clubes se han puesto a disposición de la justicia para colaborar, según informan medios locales, pero no han emitido comunicados de manera pública. Por lo pronto, no hay investigados de la directiva de ningún equipo, todo está centrado en las gradas. EFE

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