París, 1 oct (EFE).- La velocidad máxima en el periférico de París, la ronda de circunvalación, baja a partir de este martes de 70 a 50 kilómetros por hora, una decisión tomada por el Ayuntamiento con el argumento de que eso reducirá la contaminación del aire y, sobre todo, el ruido para los vecinos, aunque en desacuerdo con el Gobierno francés.
"La reducción de la velocidad debería beneficiar a 500.000 personas que viven en las proximidades" ya que eso significará "una reducción del ruido y permitirá una mejora de la calidad del aire", explica en su web el Ayuntamiento, que calcula que pasar de 70 a 50 kilómetros por hora significa una disminución de entre 2,3 y 3 decibelios.
Además, también hace notar que cuando en 2014 se recortó el límite de velocidad de 80 a 70 kilómetros por hora el número de accidente cayó un 19 %, y un 25 % para los automovilistas.
La aplicación de los nuevos límites de velocidad se lleva a cabo de forma progresiva, ya que este martes de aplica en un tramo de 12 kilómetros entre la puerta de Lilas y la puerta de Orléans, y desde el día 10 se extenderá a los 35 kilómetros de la ronda, una vez que se hayan instalado 160 paneles indicativos, con cierres a la circulación durante seis noches.
Frente a esa medida, la oposición de derechas a la alcaldesa socialista, Anne Hidalgo, y más todavía la presidenta de la región, la conservadora Valérie Pécresse, han denunciado una medida "antisocial" que supuestamente perjudicará a los trabajadores de noche que tienen que utilizar las rondas y que perderán más tiempo porque habrán de circular más lento.
Esa cuestión tan apenas se plantea durante el día, ya que -a causa de la saturación- la velocidad media efectiva es de 35 kilómetros por hora.
El nuevo ministro de Transportes, François Durovray, se reunió con Hidalgo el pasado viernes en un encuentro que, según el diario Le Parisien, sirvió para constatar su desacuerdo sobre esta medida del Ayuntamiento, que es el propietario legal.
No obstante, el prefecto de policía de París, Laurent Núñez, una figura nombrada por el Ejecutivo, ha avisado de que llevará a cabo un control de la legalidad de la reducción de velocidad, lo que podría traducirse en un recurso, y que al cabo de un año se hará una evaluación de impacto.
El periférico se estrenó en 1973 para mejorar la circulación en París y en toda la región, en la que viven 12,2 millones de personas y rápidamente se convirtió en una vía caracterizada por los atascos. Actualmente por allí se realizan 1,1 millones de desplazamientos al día de media. EFE