Óscar Maya Belchí
Madrid, 30 sep (EFE).- El Real Madrid se fue del Cívitas Metropolitano con un punto, cuando acariciaba los tres hasta que Ángel Correa echó por tierra en el descuento el plan de seis defensas de Carlo Ancelotti para proteger un resultado conseguido por el factor Éder Militao en ataque, asistido por un Vinícius lejos de la portería, y con la elección, con perfiles muy diferentes, de Luka Modric en lugar del lesionado Kylian Mbappé.
La ausencia del delantero galo abría un puesto en el once de gala actual de Ancelotti. Con varias opciones. La primera titularidad de Endrick no era una opción al tratarse de un gran escenario, el turco Arda Güler ha perdido el protagonismo inicial -sin minutos en el derbi-, Camavinga aún no está al 100%... por lo que fue Modric el elegido.
En dos partidos de Liga contra rivales en competiciones Europeas, Real Sociedad y Atlético de Madrid, Modric, a sus 39 años, ha sido titular. Eso sí, en el Metropolitano, con un rol diferente al habitual.
Junto a Tchouaméni, el croata trabajó más en labores de contención. Como demuestran sus estadísticas por 90 minutos, facilitadas por BeSoccer Pro para EFE, fue un Modric diferente al resto de temporada.
Arriesgó menos en el pase (7 pases progresivos por 9,55), cometió menos pérdidas (6 a 9), realizó más presiones defensivas (3 por 1,29) e hizo más faltas (2 a 3).
Un Modric más retenido en un partido de control en el que Ancelotti propuso un 4-4-2 de inicio para buscar ese equilibrio de pasadas temporadas y que aún no ha encontrado con el nuevo tridente Mbappé-Vinícius-Rodrygo.
El brasileño Éder Militao ha vuelto a su mejor nivel tras una temporada pasada que arrancó con una lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Con tiempo para recuperar su mejor forma y confianza, el central, además, ha evolucionado su juego ofensivo.
Da más pases (58,47 -5,56 de ellos en largo) y lo hace con acierto (91,99%); los mejores datos en las tres últimas temporadas.
También se ha convertido en un elemento disruptivo desde la zaga, protagonizando 8,2 progresiones con balón, por las 4,65 y 3,34 que promedió en campañas anteriores.
Además, en un equipo cuyos atacantes no cuentan con gran altura, Militao es un arma ofensiva a balón parado para la que Davide Ancelotti dibuja su pizarra.
Aspecto del juego que permitió que el Real Madrid se adelantara en el derbi. Sin buscarle para el remate de cabeza, como es habitual, el brasileño supo leer bien el espacio en el segundo palo en una falta indirecta, su compatriota Vinícius le sirvió el balón y el central controló y definió como un ‘9’.
Así firmó Militao su primer gol del curso -5 es su mejor cifra con el Real Madrid- en una campaña en la que está rematando más que nunca (0,59 por encuentro).
Vinícius le sirvió el balón, y se erigió como decisivo con su séptima asistencia del curso -seis en Liga y quinta consecutiva- en un partido en el que solo disparó una vez y en el que tuvo el segundo peor dato de goles esperados del curso (0,03), solo por detrás del estreno liguero contra el Mallorca (0).
Militao dio una ventaja al Real Madrid que no supo mantener. Ni con los seis defensas con los que Ancelotti cerró el partido. Solo Endrick arriba y cambiando a un plan poco habitual en el conjunto blanco que no evitó el desmarque de Correa para poner el 1-1 definitivo en el marcador. EFE