La lucha de Mariel Hemingway para no repetir el historial familiar y los aprendizajes del Dalai Lama: “Siempre había temido acabar loca”

Mariel Hemingway comparte su compromiso con la salud mental, reflexiona sobre su historia familiar, su conversión al bienestar personal y los aprendizajes tras su encuentro con el Dalai Lama

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 Mariel Hemingway. (Photo by Michael Tullberg/Getty Images)
Mariel Hemingway. (Photo by Michael Tullberg/Getty Images)

Mariel Hemingway no llegó a conocer a su abuelo Ernest Hemingway, pero tras un breve, pero fructífero paso por el cine, dedica ahora su vida a combatir el estigma de las enfermedades mentales, una sombra que empañado el legado familiar del que fuera Premio Nobel.

Además del autor de El viejo y el mar, otros seis miembros de la familia Hemingway murieron a causa del suicidio, según relató este lunes en Madrid la actriz ante estudiantes universitarios en un evento que ha organizado la presidenta de CIS University, María Díaz de la Cebosa.

Mariel Hemingway ha escrito tres libros sobre desarrollo personal, tiene un podcast sobre bienestar personal, y protagonizó el documental Running from crazy (2013) -comisionado por el canal Oprah Winfrey Network- que habla sobre su vida y su lucha contra la enfermedad mental.

Sus padres eran alcohólicos y su hermana, la modelo y actriz Margaux Hemingay, también era adicta a las drogas. Mariel recordó hoy cómo con solo siete años se levantaba por la noche para recoger el desorden causado por las peleas familiares. “Por la mañana la cocina estaba limpia, no había alcohol, ni sangre, ni rastro de lo que había pasado el día de antes”.

El miedo a que su vida la hiciera repetir los patrones familiares le hizo embarcarse en un camino de búsqueda espiritual y hacer todo lo posible para no terminar repitiendo la historia familiar. “Lo que siempre había temido era acabar loca”, ha explicado.

Hemingway debutó en el cine junto a su hermana Margaux, en Lipstick (Lápiz de labios, 1976). Poco después llegaría Manhattan de Woody Allen (1979) y su primera nominación a un Óscar como mejor actriz de reparto con tan solo 17 años.

Mientras ella tenía una prometedora carrera como actriz, la de su hermana se hundía. “Detrás de todo lo que hacia sentía una vocecilla de miedo en mi interior. Temía acabar como mi hermana Margaux, deprimida y en rehabilitación”.

Ese miedo a repetir patrones provocó que se dedicara a hacer dietas -durante una época solo comía cosas crudas y no probaba el alcohol-, hacer ejercicio extremo, yoga y a viajar por todo el mundo en busca de gurús de todo tipo para mejorar su bienestar.

Un hito fundamental en este camino fue un encuentro con el Dalai Lama, una persona que, asegura, “escucha a la gente con todo su ser”. El líder budista le dijo algo muy sencillo, pero que cambió su vida de forma radical.

“Simplemente me dijo ‘Estás bien’, pero fue algo tan profundo y sencillo que cambio el curso de mi vida”, señaló la actriz.

Todos tenemos “experiencias e historias”, pero fundamentalmente “estamos bien” y en su interior tiene las “soluciones” para afrontar cualquier “desequilibrio e imperfección”.

Los siete médicos

Mariel dejó de recorrer el mundo en busca de gurús y se empleó a fondo a conectar con lo que ella denomina “los siete médicos”, que “son gratis y están disponibles 24/7″: el sol, el aire, la alimentación, el ejercicio, la tierra, el agua y el descanso.

Andar descalzo veinte minutos al día sobre la tierra, una práctica denominada ‘grounding’, es muy beneficiosa. “Si no hubiera sido por la tierra con la que me conecte en mi infancia, seguramente no estaría aquí”.

No fue un camino rápido, asegura, tardó años en llegar al lugar en el que ahora se encuentra y todavía hay días que se levanta y a lo mejor no se encuentra bien, pero tiene herramientas "como el silencio y la meditación".

También advierte que estas recomendaciones no implica que una persona que, por ejemplo, es bipolar no tome medicación.

“Lo que intento decir es que la forma en la que vives afecta tu cerebro. Por eso os animo a aprender de alguien que lo ha hecho todo y no todo bien -ironizó-, pero que ha hecho muchas cosas y finalmente ha llegado a una solución tan sencilla”.

Woody Allen toca la armónica junto a Mariel Hemingway en una escena de 'Manhattan' en 1979. (Photo by United Artists/Getty Images)
Woody Allen toca la armónica junto a Mariel Hemingway en una escena de 'Manhattan' en 1979. (Photo by United Artists/Getty Images)
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