Beirut, 30 sep (EFE).- El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, afirmó este lunes desde Beirut que todavía "existen soluciones diplomáticas" para detener la violencia en el Líbano, donde en poco más de una semana han muerto más de mil personas en bombardeos de Israel contra diferentes zonas del país.
"Existen soluciones diplomáticas: alto el fuego, respeto del derecho internacional y humanitario, implementación de la resolución 1701", dijo el diplomático en su cuenta de X tras reunirse con las principales autoridades del país mediterráneo en la capital libanesa, entre ellas el primer ministro del Líbano, Najib Mikati.
Barrot aseguró, además, al presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri; al patriarca de la Iglesia cristiana maronita libanesa, el cardenal Bechara Rai; y al comandante del Ejército libanés, Joseph Aoun, que "Francia permanece junto al Líbano", según su publicación.
Por su parte, la oficina de Mikati indicó que durante el encuentro el libanés reiteró que es fundamental detener la "agresión israelí contra el Líbano", donde el Estado judío ha bombardeado intensamente el sur y el este del país en los últimos días, y este mismo lunes un barrio de la capital.
Además, pidió "volver al llamamiento lanzado por Estados Unidos y Francia, con el apoyo de la Unión Europea (UE) y los países árabes y extranjeros" para acordar una tregua de 21 días en el Líbano, una propuesta que hace días fue rechazada por el Gobierno israelí mientras prosigue con su embate contra los bastiones de Hizbulá.
El jefe de la diplomacia de Francia aterrizó ayer en Beirut, donde entregó 12 toneladas de material médico transportadas por el Ejército francés y que servirán para atender a unas mil personas "gravemente heridas", según dijo Barrot en X, donde añadió que su país siempre estará "al lado de los civiles".
Hasta el momento, todos los llamados internacionales para detener los ataques contra el Líbano han sido desoídos por Israel, cuya campaña de bombardeos masiva iniciada justo una semana ha obligado a alrededor de un millón de personas a abandonar sus hogares. EFE