São Paulo, 30 sep (EFE).- El expresidente del Gobierno español José María Aznar afirmó este lunes, en São Paulo, que el sistema constitucional de Derecho en México "se ha terminado" tras la promulgación de la polémica reforma judicial del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.
En una conferencia en la sede de la Asociación Comercial de São Paulo (Brasil), Aznar dijo que esa reforma, que instaura la elección popular de magistrados y jueces en México, "es mucho más que un ataque a la independencia judicial".
"Es que el sistema constitucional de Derecho en México se ha terminado y eso es un problema muy serio", dijo, en un momento en que México y España están inmersos en una crisis diplomática después de que el país latinoamericano no invitara al rey de España, Felipe VI, a la investidura de Claudia Sheinbaum como nueva presidenta mexicana.
Aznar, que estuvo al frente del Ejecutivo español entre 1996 y 2004, advirtió que la reforma, proyecto estrella de López Obrador, permitirá que "una persona de 21 años que acaba de terminar la carrera de Derecho pueda ser juez del Supremo".
La iniciativa en cuestión instaura, a partir de 2025, comicios populares para elegir a jueces, magistrados, el Tribunal Electoral y la Suprema Corte, además de un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial para castigar a los juzgadores.
El asunto ha levantado las críticas de diversos organismos internacionales y provocado paros entre los trabajadores del Poder Judicial.
Para Aznar, dicha reforma puede además impactar en la seguridad jurídica de los inversores extranjeros y perjudicar, en concreto, próximas negociaciones del acuerdo comercial que México tiene con Estados Unidos y Canadá.
"La pregunta es: ¿A México todo eso le conviene o no? ¿Le conviene a un país que el 80 % de su producción la exporta a Estados Unidos y Canadá?", se cuestionó.
Por otro lado, Aznar dijo que "en España también hay un ataque brutal en este momento contra los jueces y contra el Tribunal Supremo".
En este sentido, criticó que el Gobierno del presidente Pedro Sánchez, del que dijo estar "muy acosado por cuestiones relativas a la corrupción", en vez "dar explicaciones" al Congreso y a la opinión pública, reaccione diciendo: "Todos aquellos que se meten conmigo, voy a por ellos".
Desde su punto de vista, esa "campaña de desprestigio brutal de los jueces" puede producir "consecuencias en la calidad democrática de las instituciones".