Victimas belgas de abusos consideran que la iglesia debe hacer algo más que pedir perdón

Papa Francisco reconoce la "vergüenza y humillación" de la Iglesia ante abusos a menores en Bélgica, mientras víctimas exigen acciones concretas y mayor responsabilidad de las autoridades eclesiásticas

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Bruselas, 27 sep (EFE).- Las palabras del papa Francisco en Bruselas asegurando que los abusos a menores "son la vergüenza y la humillación de la iglesia" causaron sorpresa entre las víctimas belgas, algunas de las cuales mostraron alivio mientras que otras dijeron que la iglesia debería "hacer algo más que pedir perdón".

"Esta es la vergüenza que hoy todos nosotros tenemos, hay que afrontar y resolver el problema", dijo el pontífice ante las autoridades del país en el Castilo de Laeken, donde también se reunió con los reyes de los belgas Felipe y Matilde, en un discurso en el que improvisó esas palabras respecto a las que tenía por escrito.

Numerosos supervivientes de abusos sexuales en la iglesia fueron invitados al castillo de Laeken para asistir al discurso del papa, del rey Felipe y del primer ministro Alexander De Croo (Open VLD, liberal), cuyas palabras muy críticas contra los abusos y pidiendo "pasos concretos" fueron muy apreciadas por las victimas.

"Es hora de actuar", dijeron a los medios belgas la mayoría de las víctimas, que estuvieron de acuerdo unánimemente en que el discurso de De Croo fue "fenomenal" e "impresionante" porque demostró que él "realmente" les "escucha", señalaron por ejemplo al medio VTR Koen Van Sumere y Emmanuel Henkens, dos de los afectados que fueron invitados por la Casa Real a la recepción. Van Sumere tildó los discursos del rey y del papa de "tibios".

De Croo, que intervino después del discurso del rey y antes que Francisco, afirmó: "No bastan las meras palabras. También hay que dar pasos concretos. Hay que escuchar a las víctimas. Deben estar en el centro. Tienen derecho a la verdad. Las atrocidades deben ser reconocidas y debe hacerse justicia. No es sólo un imperativo moral, sino también un paso necesario para recuperar la confianza".

Un grupo de victimas de abusos sexuales en el seno de la iglesia en Bélgica podrán discutir con más detalle durante un encuentro privado con el papa Francisco previsto a última hora de esta tarde, totalmente alejado de los focos.

En declaraciones a medios belgas, algunas victimas se mostraron críticas con el hecho de que el pontífice hiciese alusión a los abusos en el entorno familiar en lo que interpretan como un intento de ponerlos al mismo nivel que los acaecidos en la iglesia.

Francisco señaló que aunque algunos dicen que los abusos también se cometen entre familiares o en el mundo del deporte, "sólo un caso en la Iglesia es suficiente para probar vergüenza". "Tenemos sólo que pedir perdón y esta es nuestra vergüenza y nuestra humillación", aseveró.

"¿Por qué era necesario?", se preguntó Linda Opdebeeck, otra de las victimas presentes en el castillo de Laeken, al interpretar en declaraciones a VTR que de esa manera la iglesia quiere principalmente señalar que los abusos ocurren en todas partes y así minimizar su propio problema.

Sin embargo, otra victima, Emmanuel Henckens llamó la atención en el mismo medio sobre la puntualización del papa de que "un caso es demasiado", lo que consideró un mensaje claro para la iglesia.

"Esperamos mucho más, pero no creo que pueda aportar eso (...). Es un esfuerzo importante (...). No me esperaba que fuera tan pronto. Sorprendido y, de alguna forma, reconfortado", dijo en declaraciones a la radiotelevisión pública RTBF otra víctima belga de abusos sexuales por parte de la Iglesia, identificado como Jean-Luc, para quien la intervención papal fue "una buena sorpresa, absolutamente".

En la audiencia que quince víctimas de abusos sexuales mantendrán hoy con Francisco, Jean-Luc le contará su "historia personal" y le pedirá "que se tomen medidas para que la Iglesia adopte una posición clara respecto a los abusadores".

"Los obispos deben tomar decisiones, no van a poder esconderlo debajo del mantel y van a tener que decidir y tomar medidas claras, sin ambigüedad y decidir, algo que no han hecho hasta ahora", dijo.

Preguntado si le alivian las palabras del papa, Jean-Luc contestó que sí, porque prepara desde hace mucho tiempo este momento y el discurso del pontífice supone "un gran reconocimiento" antes de la audiencia privada.

"Tendré la ocasión de expresar mi dolor, de hablar de fe y, sobre todo, de hablar de mis expectativas (...) Tengo mucha esperanza", concluyó. EFE

(foto) (vídeo)

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