Papa Francisco se reúne durante más de dos horas con 17 víctimas de abusos en Bélgica

El papa Francisco escucha el dolor de 17 víctimas de abusos por parte de sacerdotes en Bélgica, reconociendo la responsabilidad de la Iglesia y la necesidad de un compromiso firme contra los abusos infantiles

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(Actualiza con declaraciones a EFE de tres víctimas)

Bruselas, 27 sep (EFE).- El papa Francisco se reunió este viernes durante cerca de dos horas con 17 victimas de abusos por parte de sacerdotes belgas cuando eran menores, en la nunciatura de Bélgica, durante su visita al país, informó el Vaticano.

"Durante el encuentro, que duró más de dos horas, los participantes pudieron trasladar al papa sus historias y su dolor y expresar sus expectativas respecto al compromiso de la Iglesia contra los abusos", explicaron en una nota.

En esta reunión "el papa pudo escuchar y acercarse a su sufrimiento, expresó su gratitud por su valentía y el sentimiento de vergüenza por lo que habían sufrido de niños a causa de los sacerdotes a los que estaban confiados, tomando nota de las peticiones que le hicieron para que pudiera estudiarlas".

Durante el discurso a las autoridades en el Castillo de Laeken, residencia de los reyes, Francisco había afirmado que la Iglesia debe pedir perdón y que los abusos a menores han sido una "vergüenza" y una "humillación".

"Esta es la vergüenza que hoy todos nosotros tenemos, hay que afrontar y resolver el problema", dijo el pontífice ante las autoridades del país y los reyes de los belgas Felipe y Matilde, en un discurso en el que improvisó esas palabras respecto a las que tenía por escrito.

Francisco señaló que, aunque algunos dicen que los abusos también se cometen entre familiares o en el mundo del deporte, "solo un caso en la Iglesia es un crimen y suficiente para probar vergüenza".

"Tenemos solo que pedir perdón y esta es nuestra vergüenza y nuestra humillación", aseveró el papa.

"No tengo consuelo. Vi a alguien que era muy amable, probablemente inteligente, y eso es lo que espero de él: Tal vez entre ahora y la misa (del domingo), haga clic en algo y anuncie algo fuerte", dijo a EFE Jean Marc Turine (nacido en 1946), escritor y productor belga.

El autor de 'Révérends pères' (Reverendos padres, 2022), en el que relata los abusos de los que fue víctima por parte de cuatro sacerdotes jesuitas desde los 13 años y durante toda su adolescencia en el colegio Saint-Michele de Bruselas y de cómo esa traumática experiencia incidió en su vida, dijo que había hablado con el papa Francisco "de hombre a hombre".

"No me decepcionó la persona (...) se mostró compasivo, con cierta empatía", según Turine, cuya historia transcendió gracias a su relato radiofónico en la emisora francesa France Culture.

Para este escritor, que cayó en el alcoholismo a los 18 años y que hace dos que no bebe, es muy difícil reparar tanto dolor: "¿Cuántos chicos se han suicidado? ¿Cuántos tipos hay en el hospital psiquiátrico? ¿Cuántos se han vuelto locos? ¿Cuántos hay en el alcohol? ¿Cuántos están metido en las drogas? ¿Cuántos en medicamentos? ¿Cuántos son los que no pueden trabajar?", preguntó.

Más satisfecha de su encuentro con Francisco salió Anne Sophie Cardinal, ya que vio su "emoción" al escuchar su relato de dolor.

"Pude vivir con el papa Francisco algo que nunca podría vivir en otro lugar: es un perdón sustitutivo. Me dirigí a él como si fuera mi atacante. Tomó mi testimonio, lo recibió", dijo Cardinal a EFE, quien destacó la "intensidad" de la experiencia vivida durante las dos horas con el pontífice e incluso vio llorar a la interprete.

"Nos pidió perdón al final. Fue él mismo quien nos pidió perdón. Dijo algo muy importante y es que estos delitos no pueden prescribir. No existe un plazo de prescripción posible para estos delitos. Y algo más importante, nos dijo que los sacerdotes, obviamente, son responsables cuando hay abuso, pero si el obispo sabe y no hace nada, el obispo también es responsable", manifestó la mujer.

Para Cardinal, esa afirmación es "una petición de perdón, pero también de un reconocimiento de responsabilidad por parte del jefe de la Iglesia".

También Christophe (nombre ficticio dado por la víctima) salió reconfortado de la reunión, ya que dijo haberse sentido "muy escuchado". "Las palabras que se dijeron al final, son palabras de petición de perdón", aseguró.

Al papa, le pidió que se profesionalice la ayuda a niños o personas abusadas sexualmente y que se encuentre "un método de financiación, fuera o dentro del Vaticano". Pero, sobre todo, que la iglesia lleve "al mundo entero" que "no se puede tocar a un niño". EFE

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