Más de 8 años de prisión para dos chicos de 13 años por asesinar a otro en Inglaterra

Dos menores, condenados por el asesinato de un joven en Wolverhampton, son los más jóvenes en ser sentenciados por homicidio desde el caso de James Bulger en 1993

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Londres, 27 sep (EFE).- Dos adolescentes de 13 años fueron condenados este viernes a ocho años y seis meses de prisión por un tribunal inglés por el asesinato a puñaladas de otro chico de 19 en un parque de la localidad de Wolverhampton, en el centro de Inglaterra.

Un tribunal de la ciudad inglesa de Nottingham condenó a los menores, cuyos nombres no pueden ser facilitados por razones legales, a la pena de prisión, que ambos deberán cumplir antes de poder optar a la libertad condicional.

No obstante, esa libertad condicional será concedida bajo ciertas condiciones, que permanecerán impuestas de por vida, explicó hoy la jueza de Nottingham Amanda Tipples, sin aportar más detalles.

Los chicos, que fueron declarados culpables el pasado junio, tenían 12 años cuando mataron a Shawn Seesahai con un cuchillo tipo machete el 13 de noviembre de 2023, en un ataque no provocado.

Según medios locales, estos dos menores son los más jóvenes en ser condenados por asesinato en el Reino Unido desde el caso de los asesinos del niño James Bulger, de 2 años, en 1993 en Merseyside, en el noroeste de Inglaterra.

En febrero de 1993, Robert Thompson y Jon Venables, que tenían entonces 10 años, secuestraron a James Bulger de un centro comercial y lo mataron después cerca de las vías de un ferrocarril, en un caso que en su día provocó una gran conmoción en el Reino Unido.

"Los hechos de este caso son horribles y escandalosos", dijo hoy la magistrada sobre el caso de Seesahai.

Según el juicio que tuvo lugar en la primera mitad del año, Seesahai -que vivía en Birmingham, centro de Inglaterra, pero era originario de Anguila en el Caribe- fue golpeado, pateado y rajado con el arma.

En el juicio se supo, además, que ninguno de los dos agresores mostró remordimientos por el asesinato ya que uno limpió el machete con lejía y lo ocultó bajo su cama y ambos jugaron a vídeojuegos.EFE

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