Más CO2 en la atmósfera durante eventos de El Niño

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Eventos fuertes de El Niño podrían ser responsables de fluctuaciones al alza a corto plazo en el contenido de CO2 en la atmósfera, según una nueva investigación. Entre 1959 y 2011, el contenido de CO2 en la atmósfera respondió dos veces más fuertemente a las temperaturas en los trópicos que antes. Esto se ha atribuido a menudo al aumento de las sequías en los trópicos y a los cambios en las respuestas del ciclo del carbono causados por el cambio climático. Sin embargo, el nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Biogeoquímica y la Universidad de Leipzig sugiere que fuertes eventos de El Niño pueden ser la explicación. Sus hallazgos, que ponen en entredicho las suposiciones previas sobre la relación entre el CO2 en la atmósfera y las temperaturas en los trópicos, se publican en la revista Science Advances. Tanto los ecosistemas tropicales como los no tropicales absorben grandes cantidades de carbono que antes se liberaban a la atmósfera a través de las emisiones de CO2 humanas. A nivel mundial, los ecosistemas de la superficie terrestre actúan como un sumidero de carbono y absorben en promedio alrededor de un tercio de las emisiones de CO2 humanas. Por lo tanto, estos ecosistemas son un amortiguador natural para el cambio climático. En los años 1980 y 1990, los investigadores observaron una mayor fluctuación en el almacenamiento global de carbono en la tierra, y parecía que la tasa de crecimiento del CO2 era particularmente sensible a las temperaturas en los trópicos. Los investigadores de Jena y Leipzig descubrieron que esta "duplicación" de la sensibilidad se debió al aumento de la incidencia de los fenómenos de El Niño en los años 1980 y 1990 en comparación con el período 1960-1979. LA VEGETACIÓN LIBERA GRANDES CANTIDADES DE CO2 Esto también incluye los fenómenos extremos de El Niño de 1982/83 y 1997/98. Los fenómenos de El Niño causan graves sequías y olas de calor en los trópicos, que afectan al crecimiento de las plantas y, por lo tanto, reducen la absorción de carbono. En épocas de El Niño, la vegetación incluso libera grandes cantidades de carbono que de otro modo quedarían secuestradas en el suelo o los bosques. Esto hace que aumente el contenido de CO2 en la atmósfera. Los autores del estudio destacan que este aumento del CO2 se debe a la variabilidad climática interna, más que a un cambio sistemático en el ciclo del carbono causado por el cambio climático. "Nuestros resultados muestran que esta duplicación de la sensibilidad no es necesariamente un signo de un cambio fundamental en la respuesta del ciclo del carbono al cambio climático", afirma en un comunicado Na Li, del Instituto Max Planck de Biogeoquímica, primera autora del estudio, sino que está causada por la combinación de fenómenos extremos de El Niño y su impacto global. "Gracias a nuestro trabajo, también pudimos demostrar que este fenómeno está relacionado con la dinámica de 'entrada lenta, salida rápida' del ciclo del carbono. Esto significa que el carbono es absorbido lentamente por los ecosistemas, pero puede ser liberado de nuevo de forma repentina y rápida durante fenómenos meteorológicos extremos como El Niño fuerte", explica la profesora Ana Bastos, de la Universidad de Leipzig, autora principal del estudio. Los resultados de este estudio son importantes porque ponen de relieve las incertidumbres en las proyecciones climáticas futuras. Hasta ahora, se suponía que una mayor sensibilidad del aumento de CO2 a las temperaturas en los trópicos se debe a cambios a largo plazo relacionados con el clima en el ciclo del carbono y, por tanto, en el sistema climático global. Sin embargo, el estudio muestra que los fenómenos extremos pueden provocar fluctuaciones a corto plazo que no necesariamente indican cambios permanentes en el ciclo del carbono. "Estos nuevos hallazgos podrían ayudar a desarrollar modelos climáticos más precisos y reducir las incertidumbres en la predicción de escenarios climáticos futuros", afirma el profesor adjunto Dr. Sebastian Sippel de la Universidad de Leipzig. También afirmó que necesitamos comprender mejor cómo los fenómenos climáticos extremos como El Niño afectan la dinámica del carbono para poder hacer pronósticos más fiables para el futuro.

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