Naciones Unidas, 26 sep (EFE).- El Gobierno libanés se comprometió hoy en la ONU a desplegar a más soldados en el sur del país, actualmente feudo de la milicia chií Hizbulá, y a "no permitir otras armas ni otra autoridad que la del Gobierno", en palabras de su ministro de Exteriores, Abdala Bou Habib, ante la Asamblea General de la ONU.
Ese despliegue de "hasta 100.000 soldados" de Ejército al sur del río Litani se podría hacer "contando con la comunidad internacional, y en especial de países amigos" que ayudarían además a proveer el equipamiento necesario, especificó.
Precisamente la salida de Hizbulá de la zona al sur del Litani es una de las reclamaciones de Israel para terminar sus bombardeos sobre el sur libanés, con lo que si se cumpliera la promesa del ministro, podría alejarse el fantasma de la guerra, cada vez más presente en la zona.
Sin embargo, no parece fácil que Hizbulá vaya a aceptar su repliegue de una zona que precisamente es su plaza fuerte y donde el Ejército libanés ha estado prácticamente ausente durante varias décadas.
El ministro, que no mencionó a la milicia por su nombre, aludió a una posible operación de reclutamiento en el país para completar esos 100.000 soldados, una cifra enorme dado que actualmente las Fuerzas Armadas Libanesas cuentan con aproximadamente 60.000 soldados.
Bou Habib definió estas promesas como "algo más que un detalle: es un mensaje político claro a la comunidad internacional de que Líbano planea aplicar completamente la resolución 1701 del Consejo de Seguridad, una resolución aprobada en 2006 y que desde entonces es papel mojado.
Además de las dudas que genera la reacción de Hizbulá, está por ver la del propio Gobierno de Israel: su primer ministro Benjamin Netanyahu volvió a prometer hoy que su Ejército seguirá golpeando a Hizbulá en el sur del Líbano "hasta conseguir sus objetivos", que definió como el retorno de los 67.000 israelíes desplazados de sus hogares de las zonas cercanas a la frontera con Israel. EFE
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