La ONU dice que Líbano "atraviesa su periodo más mortífero en una generación" por los bombardeos de Israel

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Naciones Unidas ha alertado este viernes de que el incremento de los bombardeos por parte de Israel contra Líbano son "catastróficos" y ha lamentado que el país "atraviesa su periodo más mortífero en una generación", en medio de los temores de una expansión del conflicto y el estallido de una guerra a gran escala en Oriente Próximo. "La situación es catastrófica. Estamos presenciando el periodo más mortífero en Líbano en una generación, y muchos expresan su temor de que sea sólo el principio", ha dicho el coordinador humanitario de la ONU para el país, Imran Riza, quien ha subrayado que la crisis "también ha impactado a Naciones Unidas, con la trágica pérdida de dos colegas del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y uno de sus hijos". Así, ha explicado que "desde hace casi un año, la gente, especialmente en el sur de Líbano, ha vivido con miedo, preocupada por lo que deparaba el futuro". "Muchos habían expresado preocupaciones sobre experimentar una situación similar a la de Gaza y, durante el último año, hemos pedido a las partes que reduzcan las tensiones para evitar ese resultado". "Desafortunadamente, en sólo unos días, cientos de miles de personas sienten que hacen ahora frente a un destino comparable. El aumento de la violencia se ha extendido a zonas que no habían sido afectadas anteriormente, lo que ha provocado una destrucción generalizada de viviendas e infraestructuras en todo el país", ha manifestado. "En menos de una semana, se han perdido al menos 700 vidas, miles han resultado heridas y casi 120.000 personas han sido desplazadas en cuestión de horas, y estas cifras siguen aumentando mientras hablamos", ha destacado Riza, quien ha recalcado que la ONU y sus socios se coordinan con las autoridades libanesas para "apoyar los esfuerzos de respuesta". UN SISTEMA SANITARIO "SOBREPASADO" Riza ha explicado que entre estas labores figuran la organización de la distribución de ayuda y la identificación de las necesidades de los afectados. "El sistema sanitario ya está sobrepasado", ha advertido, al tiempo que ha recordado que la explosión de miles de aparatos de comunicación la semana pasada "prácticamente agotó los suministros sanitarios". "Ante la reciente escalada y con los hospitales llegando al límite de sus capacidades, el sistema tiene dificultades con recursos limitados para satisfacer las crecientes demandas", ha remarcado. "Cerca de 500 refugios acogen a cerca de 80.000 desplazados, incluidas 300 escuelas que han sido destinadas a este fin, impactando a la educación de más de 100.000 estudiantes", ha argumentado. Riza ha apuntado además a escasez de suministro en áreas como la reparación de refugios, el combustible y la coordinación, al tiempo que ha reiterado que "los civiles deben ser protegidos". "La infraestructura civil no debe ser atacada. La seguridad del personal de la ONU y sus bienes deben ser garantizados. El Derecho Internacional debe ser respetado", ha manifestado. Sin embargo, ha reconocido que el futuro "está marcado por la incertidumbre" y ha hecho hincapié en que "la prioridad debe ser garantizar un alto el fuego inmediato" y en que "la región no puede soportar más derramamiento de sangre". "Incluso si cesan las hostilidades, las consecuencias de la violencia requerirán una respuesta humanitaria masiva y coordinada para abordar el desplazamiento generalizado, reconstruir la infraestructura crítica y restaurar los servicios esenciales", ha zanjado. MÁS VÍCTIMAS INFANTILES DIARIAS QUE EN 2006 Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para al Infancia (UNICEF) ha lamentado que los ataques israelíes han dejado ya una cifra diaria de niños muertos superior a la del conflicto entre Israel y Hezbolá en 2006, alcanzando de hecho más del doble de la registrada durante dicha guerra. "A medida que avanza la semana, la devastación crece, acumulando tragedia sobre tragedia", ha dicho el representante de UNICEF en Líbano, Edouard Beigbeder. "Los ataques están matando e hiriendo a niños y niñas a un ritmo aterrador que imposibilita cualquier tipo de sensación de seguridad", ha añadido. El organismo ha reseñado que el conflicto se suma ya a la frágil situación de decenas de miles de familias a causa de las crisis superpuestas de los últimos años, como la explosión del puerto de Beirut en 2020, la pandemia de coronavirus y la profunda crisis económica. De esta forma, ha puntualizado que cientos de miles de personas se han visto desplazadas durante las últimas 72 horas, sumándose a las 110.000 que habían abandonado sus hogares desde el 8 de octubre de 2023, cuando estallaron las hostilidades entre Israel y Hezbolá, al hilo de los ataques ejecutados un día antes por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas. UNICEF ha puntualizado además que las infraestructuras civiles han sufrido graves daños esta semana, entre ellas las estaciones de bombeo de agua construidas o rehabilitadas por el organismo en el sur del país y el valle de la Becá, que han dejado a 30.000 personas sin acceso al agua potable. "Líbano, que ya estaba al borde del abismo, ha pasado de la crisis a la catástrofe. El sufrimiento de las niñas y los niños debe terminar", ha subrayado Beigbeder. "La única manera de hacerlo es mediante una desescalada inmediata de las hostilidades. Un conflicto a gran escala tendría un impacto devastador en los 1,3 millones de niños del país", ha apostillado. AFIRMA QUE LA CRISIS LLEGA A "NIVELES ALARMANTES" En este contexto, la directora del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) en Líbano, Maureen Philippon, ha alertado de que "el impacto se está profundizando en Líbano y llevando la crisis humanitaria a niveles alarmantes". "Algunas aldeas libanesas han quedado casi totalmente desiertas en medio de una destrucción a gran escala", ha relatado. "Las familias no saben qué camino tomar mientras Israel bombardea decenas de ciudades por primera vez. Las zonas civiles en Líbano e Israel no deben ser atacadas y el respeto del Derecho Internacional por todas las partes es primordial. Necesitamos un alto el fuego ahora antes de que se destrocen más vidas", ha argüido. Así, ha reseñado que "alrededor de 75.000 personas están buscando refugios en centros colectivos, que son escuelas primarias y que no están equipadas adecuadamente para acoger a estas cifras", antes de detallar que estas instalaciones "no tiene duchas o zonas de baño y dos o tres familias están apiñadas en la misma clase, a pesar de no conocerse, lo que deja a muchos sin privacidad suficiente". "Han pasado solo cuatro días y la situación solo empeorará con el tiempo. La falta de privacidad también dificulta que las familias procesen el trauma que están experimentando y nuestros equipos del NRC informan que se encuentran con muchos niños que necesitan apoyo psicológico urgente", ha especificado Philippon, que ha agregado que "hay personas a las que no se permite entrar en los refugios porque no hay espacio". "Las propias familias libanesas están abriendo sus puertas a las personas necesitadas, pero esto no es suficiente. Algunas familias desplazadas se ven obligadas a buscar refugio en paradas de autobús, en sus coches y fuera de los hospitales, sin saber a dónde ir a continuación. Miles de personas ya han buscado refugio al otro lado de la frontera, en Siria", ha dicho. Philippon ha lamentado además que "muchas familias huyeron sin nada, ni siquiera con medicamentos esenciales o muda". "La comunidad local está proporcionando un gran apoyo, y nuestros equipos, muchos de los cuales son desplazados, están ayudando a quienes pueden", ha señalado, antes de destacar que es urgente la entrega de fondos por parte de los donantes para "ampliar el apoyo a familias que lo han perdido todo".

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