Pamplona (España), 27 sep (EFE).- La catedral de Santa María la Real de Pamplona (norte) acoge una exposición de vestidos de novia originales del diseñador español Cristóbal Balenciaga que presenta diez piezas de alta costura creadas por el modisto entre 1922 y 1966.
En la exposición se podrán ver diez trajes nupciales, colocados de manera individual, que muestran los diferentes estilos y técnicas de Balenciaga.
Uno de los trajes, de 1966, se trata de un espectacular traje en gazar marfil calado y bordado, con escote a la caja y manga japonesa larga. Destaca por su cuerpo entallado y falda de bajo asimétrico.
A través de una estudiada museografía, 'Balenciaga Inolvidable' propone un diálogo entre el espacio, único y singular, de la catedral, símbolo y estandarte del patrimonio artístico y cultural de la ciudad de Pamplona, y las obras, piezas de alta costura diseñadas y creadas como auténticas obras de arte. De este modo, espacio y obra, se unen y transforman en un legado único que visibiliza la mixtión de diversidad y coherencia del arte en su máxima expresión.
Cristóbal Balenciaga (1895-1972) fue referente por su estilo innovador, su alto nivel de exigencia y su rigor profesional, lo que le concedió un prestigio internacional ampliamente reconocido. Así, se puede disfrutar de prendas artesanales elaboradas a mano, lentamente, y de la riqueza de sus volúmenes trazados de manera singular o de sus costuras invisibles, sellos indiscutibles de su obra.
Trajes con mucha historia
Cada uno de los 10 trajes que podrán disfrutarse en la exposición son originales, y más allá de reflejar los diferentes estilos y tendencias que creó, tienen una historia detrás, y están vinculados a mujeres de la alta sociedad del siglo XX.
Una de ellas es Paloma Loewenthal, que ha viajado desde Argentina para esta ocasión. Loewenthal lució uno de los trajes de la exposición durante su boda, que posteriormente lo donó al Museo Cristóbal Balenciaga porque "el traje debe volver a su dueño". Se trata de un traje en raso marfil con abalorios en las mangas, cuello a la caja y manga francesa rematada con flecos de cristal y seda.
"Lo que veis aquí es la realización de un sueño", declaró Loewenthal a los medios, que pidió tres modelos de los mejores modistas de España y se los enviaron a Buenos Aires: "Los otros dos eran divinos, pero este era espectacular", dijo. En la exposición volvió a "sentir" lo que sintió la primera vez que lo vio.
Otra de las piezas emblemáticas, que puede verse en el altar del refectorio, es el traje de novia de Sonsoles Díez de Rivera y de Icaza, hija de la Marquesa de Llanzol y principal benefactora de Cristóbal Balenciaga, quien impulsó sus primeros pasos como modisto.
La exposición estará abierta al público hasta el 13 de octubre. EFE
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