Moscú, 26 sep (EFE).- Las autoridades de la región separatista de Osetia del Sur llamaron este viernes al Gobierno georgiano a aceptar la "realidad geopolítica" que existe en la región desde la guerra de 2008 antes de hablar de un perdón mutuo, sugerido por Tiflis.
"Partimos de la necesidad de reconocer las realidades geopolíticas existentes en la región después de agosto de 2008", señaló el Ministerio de Exteriores suroseta en un comunicado, en alusión a la guerra ruso-georgiana y el reconocimiento de la independencia de Tsjinvali por parte de Moscú.
Las autoridades surosetas reaccionaron así a unas nuevas declaraciones de los dirigentes georgianos sobre la reconciliación con la república separatista tras pedir mutuamente el perdón.
Así, el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, dijo durante su intervención en la Asamblea General de la ONU que la tarea de Tiflis es restaurar su integridad territorial por medio pacíficos que pasan por la "reconciliación y el perdón mutuo".
"Tenemos que restaurar todos los puentes rotos", afirmó Kobajidze, reiterando un mensaje lanzado previamente por el fundador del gobernante Sueño Georgiano, el multimillonario Bidzina Ivanishvili, quien sugirió la necesidad de pedir perdón a Osetia del Sur.
Mientras, según Tsjinvali, la posición oficial de Tiflis no ha sufrido cambios y sus dirigentes utilizan una retórica "alejada de la realidad".
Osetia de Sur, cuya independencia fue reconocido por el Kremlin en 2008, es prácticamente un protectorado, cuyo presupuesto depende en un 90 % de las arcas del Estado ruso.
Georgia sigue sin reconocer la independencia de ese territorio, como la de la también separatista Abjasia, ha llamado a Moscú a revocar su reconocimiento, en lo que cuenta con el respaldo de EEUU y la Unión Europea, y considera que las tropas rusas desplegadas en esas regiones son fuerzas de ocupación.
La polémica en torno a Tsijnvali volvió al punto de mira después de que Ivanishvili acusara al encarcelado expresidente Mijaíl Saakashvili de ser el culpable de la guerra de 2008 al ordenar la invasión de Osetia del Sur, a cuyos habitantes Moscú había concedido durante años la ciudadanía en lo que Tiflis tachó de "anexión soterrada".
En la guerra murieron 412 georgianos, incluidos 170 militares y policías, mientras que las bajas mortales entre las fuerzas de pacificación rusas ascendieron a 74. Además, más de 30.000 georgianos tuvieron que huir de Osetia del Sur.EFE
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