Más de 1.500 millones de objetos en un mapa infrarrojo de la Vía Láctea

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Un mapa infrarrojo de la Vía Láctea con más de 1.500 millones de objetos, el más detallado jamás realizado, ha sido elaborado con el telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO). El equipo monitoreó las regiones centrales de nuestra galaxia durante más de 13 años. Con 500 terabytes de datos, este es el proyecto de observación más grande jamás realizado con un telescopio de ESO. "Hemos hecho tantos descubrimientos que hemos cambiado la visión de nuestra galaxia para siempre", afirmó en un comunicado Dante Minniti, astrónomo de la Universidad Andrés Bello, en Chile, quien ha dirigido el proyecto general. Este mapa récord comprende 200.000 imágenes tomadas por VISTA (Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy, telescopio de rastreo en los rangos visible e infrarrojo para astronomía de ESO). Ubicado en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile, el objetivo principal del telescopio es mapear grandes áreas del cielo. El equipo utilizó la cámara infrarroja VIRCAM, instalada en VISTA, que puede mirar a través del polvo y el gas que impregna nuestra galaxia. Por lo tanto, es capaz de ver la radiación de los lugares más ocultos de la Vía Láctea, abriendo una ventana única a nuestro entorno galáctico. Este gigantesco conjunto de datos cubre un área del cielo equivalente a 8600 lunas llenas y contiene aproximadamente 10 veces más objetos que un mapa anterior publicado por el mismo equipo en 2012. Incluye estrellas recién nacidas (que a menudo están incrustadas en entornos cargados de polvo) y cúmulos globulares (densos grupos de millones de las estrellas más antiguas de la Vía Láctea). La capacidad de VISTA para observar en el rango infrarrojo implica que este telescopio también puede detectar objetos muy fríos, que brillan en estas longitudes de onda, como enanas marrones (estrellas "fallidas" que no tienen fusión nuclear sostenida) o planetas que flotan libremente y que no orbitan una estrella, informa el ESO. Las observaciones comenzaron en 2010 y finalizaron en el primer semestre de 2023, abarcando un total de 420 noches. Al observar cada parte del cielo muchas veces, el equipo pudo no solo determinar las ubicaciones de estos objetos, sino también rastrear cómo se mueven y si su brillo cambia. Cartografiaron estrellas cuya luminosidad cambia periódicamente y que pueden usarse como reglas cósmicas para medir distancias. Esto ha dado una vista precisa en 3D de las regiones internas de la Vía Láctea que antes estaban ocultas por el polvo. El equipo también rastreó estrellas de hipervelocidad, estrellas que se mueven rápidamente y que se catapultaron desde la región central de la Vía Láctea después de un encuentro cercano con el agujero negro supermasivo que acecha allí. Un artículo sobre la investigación se ha publicado en Astronomy & Astrophysics.

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