Kuala Lumpur, 26 sep (EFE).- Un tribunal de Malasia condenó este jueves a 10 años de cárcel un profesor por abuso físico contra tres de sus alumnos, en la primera sentencia vinculada al escándalo por abuso a menores en decenas de centros del conglomerado islámico Global Ikhwan Services and Business Holdings (GISB).
El acusado, de 23 años, se declaró culpable de los cuatro delitos que se le imputaban por golpear a tres pupilos, de entre 10 y 11 años, durante una vista celebrada en la ciudad de Klang, en el occidental estado de Selangor, según la sentencia recogida por la agencia local Bernama.
Conforme a lo expuesto por la acusación, el docente causó heridas sustanciales en las palmas de las manos de dos menores tras golpearles con una vara repetidas veces, mientras que en otras dos ocasiones propinó rodillazos en el pecho y azotó a otro alumno.
Los tres menores requirieron asistencia médica tras los castigos corporales.
Algunos de los abusos físicos cometidos por el docente fueron encontrados en un teléfono móvil requisado por la Policía durante la serie de redadas iniciadas el 11 de septiembre y que han terminado con el rescate de un total de 572 menores, de entre 1 y 17 años, en más de 80 centros de acogida vinculados al de GISB.
"Sus actos fueron inhumanos con elementos de fuerza, y esto no debe tomarse a la ligera. Él es un profesor en la escuela donde estudian los niños y debería ser responsable de cuidarlos", denunció la fiscal Datin Kalmizah Salleh durante la vista.
Más de 350 personas, con edades comprendidas entre los 17 y los 64 años y entre ellas el director ejecutivo de GISB, Nasiruddin Mohd Ali, han sido detenidas por este operativo, de las que al menos cuatro profesores han sido acusados de cometer abusos sexuales a menores.
GISB tiene numerosos negocios en el sector alimentario, educativo y hotelero en una veintena de países, como Indonesia, Singapur, Egipto, Arabia Saudí, Francia, Australia y Tailandia.
El inspector general de la Policía malasia, Razarudin Husain, indicó que durante el operativo se han encontrado documentos que permiten vincular al grupo con las enseñanzas islámicas prohibidas en Malasia del fundador del conglomerado, Ashaari Muhammad, antiguo líder de la controvertida secta Al-Arqam, censurada en los años 90 por desviarse de los preceptos del islam.
La mayoría de los niños eran hijos de miembros de GISB, abandonados en los centros de acogida del grupo poco después del nacimiento, por lo que muchos padres podrían no tener conocimiento de las identidades de sus hijos.
En un comunicado, GISB negó a mediados de septiembre las acusaciones y aseguró que sus prácticas cumplen con las enseñanzas islámicas y las leyes de Malasia, país de mayoría musulmana.
GISB reconoce sus vínculos en origen con Al-Arqam, pero asegura que ya no tiene ninguna relación con el grupo prohibido.
La empresa se ha visto envuelta en otras controversias, como por crear el llamado el Club de las Esposas Obedientes, que enseñaba a las mujeres a ser sumisas con sus maridos.