Dar es Salam, 26 sep (EFE).- La República Democrática del Congo (RDC) acusó este jueves al Gobierno de Ruanda de perpetrar "importantes violaciones de los derechos humanos en la región de Kivu del Norte" (este de la RDC), en la primera jornada de un proceso iniciado por Kinsasa en el Tribunal de Justicia de África Oriental (EACJ).
La corte con sede en la ciudad tanzana de Arusha comenzó a escuchar las demandas derivadas del caso presentado por el Gobierno congoleño contra el ruandés por supuestos conflictos en Kivu del Norte, según informó en sus redes sociales.
En esta y otras provincias congoleñas, las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) están enfrentadas a numerosos grupos armados, entre ellos el poderoso Movimiento 23 de Marzo (M23), vinculado a Ruanda.
"La RDC acusa a Ruanda de actos de agresión que supuestamente violan su soberanía, integridad territorial, estabilidad política e independencia", añadió el EACJ en su comunicado.
Este mismo jueves, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció los bombardeos repetidos e indiscriminados en campamentos de desplazados del noreste de la RDC por parte del Ejército ruandés y del rebelde M23.
También acusó a las FARDC y sus milicias aliadas, rebautizadas como 'wazalendo' ('patriotas' en idioma suajili), de haber puesto en riesgo a la población al desplegar artillería en los alrededores de estos asentamientos, situados a las afueras de la ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte.
La actividad armada del M23 se reactivó en 2022 después de años de relativa calma y, desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de Goma, que ya ocupó durante diez días en 2012.
Los insurgentes han tomado el control de carreteras que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.
Según la investigación de HRW, tanto las tropas y las milicias congoleñas como los rebeldes del M23 violan regularmente a las mujeres en los campamentos o cuando salen a buscar leña y comida.
Aparte de la crisis humanitaria, los combates han desencadenado graves tensiones entre la RDC y Ruanda -como evidencia este proceso- por la presunta colaboración de Kigali con el M23, extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a haber sido confirmado por las Naciones Unidas y al apoyo público a la milicia por parte del presidente ruandés, Paul Kagame.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses (hutus) exiliados en la RDC para recuperar el poder político en su país, una colaboración también confirmada por la ONU. EFE