Naciones Unidas, 26 sep (EFE).- El presidente interino de Gabón, Brice Clotaire Oligui Nghema, pidió este jueves que el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, cada vez más contestado en el mundo, sea ampliado en el futuro al continente africano.
"Eso sería de justicia para el continente", dijo Oligui Nghema en una sorprendente propuesta, pues se considera que el Consejo de Seguridad, máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas, está paralizado precisamente por el uso del derecho de veto, en manos de cinco grandes potencias: EE. UU., China, Rusia, Francia y Reino Unido, que son los miembros permanentes del Consejo.
Entre las propuestas para reformar las instituciones de la ONU, se baraja hacer un Consejo de Seguridad más grande -ahora consta de 15 asientos, diez rotatorios y cinco de los países citados-, y es consenso muy amplio que África debe tener algún asiento permanente (ahora tiene tres asientos rotatorios).
La petición de Gabón introduce aún más incertidumbre en el proceso de reformas de la ONU, nunca concretado porque los distintos países tienen opiniones de lo más diversas sobre cómo llevarlas a cabo, y los cinco miembros permanentes no han mostrado la menor disposición a renunciar al poder que les da el derecho de veto.
La semana pasada, la embajadora de EE. UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, reconoció de manera muy franca que el derecho de veto permite a Estados Unidos "proteger sus propios intereses", y concluyó que "no van a disculparse" por disponer de ese poder.