Claves de las primarias del partido gobernante de Japón, de las que saldrá su nuevo líder

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Tokio, 26 sep (EFE).- El partido gobernante de Japón celebrará este viernes 27 unas primarias para elegir al sucesor de Fumio Kishida al frente de esa formación y del Ejecutivo nipón, unos comicios que tendrán repercusiones para las relaciones con China o con Estados Unidos, además de a nivel doméstico.

El conservador Partido Liberal Democrático (PLD), que ha gobernando Japón de forma casi ininterrumpida desde 1955 y ostenta una amplia mayoría parlamentaria, busca en estas primarias a un nuevo líder para afrontar desafíos como el declive demográfico, la inflación o el incremento de las tensiones en Asia-Pacífico.

Kishida, primer ministro de Japón desde octubre de 2021, anunció el mes pasado que no se presentaría a la reelección como presidente de su partido al acabar su mandato actual a finales de septiembre, con vistas a asumir la responsabilidad por el profundo escándalo de financiación irregular que sacude al PLD desde finales del año pasado y que ha hundido la popularidad del Ejecutivo.

Su renuncia a seguir en el cargo significa que dejará de ser también primer ministro, ya que este cargo lo ocupa en Japón el líder de la fuerza más votada.

El sucesor de Kishida se convertirá en nuevo jefe del Ejecutivo nipón en cuanto la Dieta (Parlamento) de Japón lo ratifique, algo que está previsto que suceda a partir del 1 de octubre.

Se espera que el nuevo primer ministro disuelva las cámaras y convoque elecciones anticipadas en las próximas semanas una vez asuma oficialmente el cargo, para buscar el apoyo de las urnas a su nombramiento.

En esos futuros comicios se verá si el cambio de liderazgo permite al PLD recuperar la confianza de los votantes japoneses tras una sucesión de escándalos, o si en cambio gana terreno una oposición durante años demasiado fragmentada y debilitada.

En las primarias participan los 368 parlamentarios del PLD, cada uno de ellos con un voto, y los 1,1 millones de militantes del partido, entre los que se reparten proporcionalmente otros 368 votos.

Si ninguno de los nueve candidatos logra más del 50 % de los votos en la primera ronda, los tres más votados pasarán a una segunda ronda, donde participarán de nuevo los 368 parlamentarios con un voto cada uno y se repartirán otros 47 votos entre las respectivas agrupaciones del partido de cada prefectura del país.

Tres nombres aventajan en todas las encuestas a los otros seis candidatos: Shinjiro Koizumi, de 43 años, exministro de Medio Ambiente e hijo del exmandatario Junichiro Koizumi; la ministra de Seguridad Económica, Sanae Takaichi (63 años); y el exministro de Defensa Shigeru Ishiba (67 años).

Si venciese Koizumi, se convertiría en el primer ministro más joven de la historia nipona, mientras que de hacerlo Takaichi sería la primera mujer al frente de un país que se sitúa a la cola del mundo desarrollado en materia de igualdad.

Takaichi es la candidata del ala más a la derecha del PLD, considerada heredera del exmandatario Shinzo Abe. Este perfil, unido a su manifiesta intención de visitar en fechas históricas el controvertido santuario sintoísta tokiota de Yasukuni -vinculado al pasado imperialista nipón- podría significar una nueva etapa de roces con Seúl y sobre todo con Pekín en caso de llegar al poder.

Las alusiones de Koizumi a China, entre ellas declaraciones en las que criticaba el endurecimiento del control político de Xi Jinping sobre el país, tampoco invitan a una mejora de las relaciones con el gigante asiático. En cambio, el joven candidato se ha mostrado dispuesto a reunirse con el líder norcoreano Kim Jong-un.

Ishiba, por su parte, ha insistido en la necesidad de "explicar" a Estados Unidos la importancia de sus bases en Japón y en el Pacífico, y de revisar la alianza de seguridad con Washington para hacerla "más equitativa", de cara a la posible llegada a la Casa Blanca de Donald Trump.

El veterano político también ha puesto sobre la mesa la creación de una "OTAN asiática" a raíz de la invasión de Ucrania y ante las tensiones crecientes alrededor de Taiwán. EFE

ahg/alf

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