Rochas desfila en la arena de la Semana de la Moda parisina

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Abraham de Amezaga

París, 25 sep (EFE).- El universo del mar como pretexto, con azules turquesa y marinos, y que hacen de los vestidos, así como de las faldas y blusas con volumen inspiradas en las conchas, piezas de peso, marcaron la colección que Rochas presentó este miércoles en París, donde hizo desfilar a las modelos sobre la arena.

En el escenario del parisino Teatro de Châtelet, inaugurado en tiempos de la emperatriz Eugenia de Montijo, y recreando un bucólico pedazo de playa, con dos casetas blancas por las que iban saliendo las modelos, la segunda colección de Alessandro Vigilante (1982) para Rochas lleva por nombre «Parure pour le sable» (Conjunto para la arena).

Modelos, los presentados, que han sobrepasado ligeramente la decena -más bien pocos-, pero que anuncian el buen camino que se pretende retome esta casa.

Aunque desde hace más de medio siglo es más conocida por sus perfumes, la moda estuvo muy presente desde su fundación; desde 1925 -el año próximo la firma alcanzará el grado de centenaria- hasta 1953.

Vigilante, originario de la región de Puglia y radicado en Milán, deja entrever discretamente con sus diseños su pasión por la danza contemporánea, donde trabajó de manera profesional en su juventud; aportando esa delicadeza, sobre todo en tejidos como el tul, así como el encaje, un material unido a la historia de Rochas y que se está dejando ver en algunas de las colecciones esta Semana de la Moda de París.

Al mismo tiempo, pone en pie propuestas de vitamínico color, inspiradas en la elegancia de las playas galas de los años 50 de la pasada centuria, los tiempos del fundador de la 'maison'. Se agradece que haya diseñadores que respetan el abanico cromático tradicional de las estaciones más cálidas del año, como es el caso ahora.

En la presentación, ha habido preponderancia de colores lisos. Aparte de la gama de azules, han desfilado el rosa empolvado, el rojo, el marrón claro y el negro.

"La mujer en la que me inspiro es fuerte y propongo para ella looks donde se combinan libremente los colores", señaló a EFE Alessandro Vigilante, que cuenta con su propia marca en paralelo.

En la colección para la primavera-verano de 2025, también hay espacio para los estampados, que se añaden a la oferta de manera discreta y, en algunos casos, entre los motivos, los lunares, algo que remite sin duda a la cultura española.

En cuanto a complementos, el cinturón que muestra una R de metal en el centro se deja ver en multitud de propuestas; sobre chaquetas, blusas o jerséis, estilizando la silueta. La R, también grande y mayúscula, se impone, así mismo, en la parte dorsal de las sandalias.

La obra del discreto Marcel Rochas (1902-1955), el fundador de la emblemática firma, y de la acomodada parisina a la que él embelleció con sus creaciones a lo largo de más de tres décadas, planea igualmente, como cabía esperar, en esta colección.

Y sobre todo una dama de marcada personalidad, Hélène Rochas (1921-2011), que tomaría las riendas de la empresa tras la muerte de su marido.

"Fue un icono de la elegancia y trabó amistad con personalidades influyentes en campos como la pintura, la arquitectura o la moda", como recordó Vigilante, con deseos de homenajearla como se merece muy pronto, por medio de lo que él mejor sabe hacer, colecciones de moda. EFE

aaz/lmpg/jfu

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