Las consonantes alargadas marcan el comienzo de las palabras

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Un nuevo estudio muestra que las consonantes iniciales de las palabras se alargan sistemáticamente en una muestra diversa de idiomas Distinguir entre palabras es una de las tareas más difíciles de decodificar el lenguaje hablado. Sin embargo, los humanos lo hacen sin esfuerzo, incluso cuando los idiomas no parecen marcar claramente dónde termina una palabra y comienza la siguiente. Las señales acústicas que ayudan a este proceso son poco comprendidas y poco estudiadas en la gran mayoría de los idiomas del mundo. Ahora, por primera vez, los lingüistas comparativos han observado un patrón de efectos acústicos que puede servir como un marcador distintivo en diversos idiomas: el alargamiento sistemático de las consonantes al comienzo de las palabras. Los investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, el Laboratorio de Estructura y Dinámica de las Lenguas del CNRS (la agencia de investigación francesa), la Universidad Humboldt de Berlín y el Centro de Lingüística General Leibniz utilizaron los datos del nuevo corpus DoReCo --un proyecto de colaboración franco -alemán para reunir corpus lingüísticos hablados de unos 50 idiomas--. "La cobertura mundial de DoReCo es crucial para descubrir patrones de habla humana en toda la especie, dada la inmensa diversidad interlingüística de las lenguas", dice en un comunicado el autor principal Frank Seifart, investigador del CNRS en París y la HU Berlín y coeditor de DoReCo. "Al principio esperábamos encontrar evidencias que contradijeran la hipótesis de que el alargamiento inicial de las palabras es un rasgo lingüístico universal. Nos sorprendió bastante ver los resultados de nuestro análisis", afirma el primer autor Frederic Blum, estudiante de doctorado en el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, que inició y dirigió el estudio. "Los resultados sugieren que este fenómeno es, de hecho, común a la mayoría de las lenguas del mundo". Se encontraron pruebas sólidas de alargamiento en 43 de las 51 lenguas de la muestra. Los resultados no fueron concluyentes para las ocho lenguas restantes. Los autores concluyen que el alargamiento puede ser uno de los varios factores que ayudan a los oyentes a identificar los límites de las palabras y, por lo tanto, a segmentar el habla en palabras distintas, junto con otros factores, como el fortalecimiento articulatorio, que hasta ahora no se ha estudiado en detalle comparativamente. En el estudio actual, algunas lenguas mostraron además evidencia de un efecto de acortamiento después de las pausas al comienzo de la expresión. Esto es coherente con la conclusión de los autores, ya que no hay necesidad de pistas adicionales para los límites de las palabras en presencia de pausas. Para los autores, este estudio amplía nuestra comprensión de los procesos acústicos comunes a todas las lenguas habladas. Al centrarse en las lenguas no WEIRD (occidentales, europeas, industrializadas, ricas y democráticas), los investigadores esperan ampliar nuestro conocimiento de los procesos cognitivos relacionados con el habla que trascienden a las poblaciones individuales.

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