Pekín, 23 sep (EFE).— El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, se reunió este lunes en Nueva York con su homólogo libanés, Abdalá Bou Habib, reafirmando el apoyo de China a "la soberanía, la seguridad y la dignidad nacional" del Líbano frente a los recientes ataques de Israel.
En un comunicado publicado por la Cancillería del gigante asiático este martes, Wang enfatizó que "China apoya firmemente a Líbano en la defensa de su soberanía, seguridad y dignidad nacional", reiterando su postura en favor de los países árabes.
Además, condenó los recientes bombardeos israelíes que han dejado numerosas víctimas, calificando estas acciones como una "violación de los principios fundamentales de las relaciones internacionales".
El canciller también aseguró que Pekín "siempre estará del lado de la justicia y apoyará a los hermanos árabes, incluido Líbano", destacando su preocupación por el reciente ataque a equipos de comunicación en el país.
Por su parte, Bou Habib agradeció el respaldo constante de China en foros internacionales como la ONU, destacando que Pekín "siempre ha defendido la justicia y los derechos de los países en desarrollo".
Asimismo, enfatizó que "Líbano enfrenta momentos difíciles", con más de 300 víctimas por los bombardeos, y confió en que China continúe promoviendo la paz y el diálogo en la región.
La visita de Wang a EE. UU. forma parte de su participación en la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas, donde representará a China y tratará de buscar el apoyo del Sur Global en un momento de fricciones con Occidente.
El ministro, que estará en Nueva York hasta el 28 de septiembre en calidad de enviado especial del presidente Xi Jinping, también acudirá al debate de alto nivel del Consejo de Seguridad y mantendrá reuniones con sus homólogos de los BRICS y el G20.
Es de esperar que Wang vuelva a pedir un alto el fuego en Gaza y moderación para evitar una mayor escalada en plena campaña de bombardeos israelíes contra el sur del Líbano, agravada por las tensiones entre Israel y el grupo chií Hizbulá.
Wang ya respaldó previamente el pleno reconocimiento de Palestina en Naciones Unidas y la solución de los dos Estados para garantizar "la coexistencia pacífica" entre israelíes y palestinos.