Presos que engrosaron filas del Ejército ruso han vuelto delinquir, según relatora ONU

Guardar

Nuevo

Ginebra, 23 sep (EFE).- El Ejército ruso ha engrosado sus filas con unos 170.000 presos convictos que ahora están regresando de la guerra en Ucrania y vuelven a cometer crímenes que tienen como principales víctimas a mujeres, niños y niñas, que sufren de violencia sexual y asesinatos, denunció este lunes la relatora de la ONU sobre los derechos humanos en Rusia, Mariana Katzarova.

Recurrir a los presos "se ha convertido en una política oficial del Ministerio de Defensa ruso", que les ofrece indultos, reducción de penas e incluso la limpieza total de sus antecedentes judiciales, a pesar de que muchos de ellos habían sido sentenciados por crímenes muy graves, apuntó la relatora.

Katzarova señaló, además, que el retorno de estos convictos "ha aumentado la violencia contra las mujeres en Rusia", un país en el que -recordó- la violencia machista "ya es muy alta, con miles de mujeres que mueren cada año como consecuencia de la violencia doméstica y otras formas de violencia".

En Rusia no existe ninguna ley que penalice claramente la violencia doméstica o de género, declaró la experta en derecho humanos al presentar a la prensa su último informe sobre la situación más reciente en Rusia.

Además, la relatora de la ONU hizo hincapié en que en los casos de convictos que vuelven a delinquir, el hecho de haber combatido en la guerra contra Ucrania es utilizado como factor atenuante y las cortes dictan condenas indulgentes contra ellos.

En cuanto a la violencia contra las mujeres en Rusia, Katzarova agregó que "la situación en el Cáucaso Norte es aún más espeluznante, con mujeres y niñas sometidas a matrimonios forzados (..) o a la mutilación genital femenina, algo de lo que mucha gente ni siquiera se da cuenta, sobre todo en Daguestán".

Sobre esta práctica, que se intenta desterrar en los países en los que está implantada, afirmó que las autoridades rusas no hacen ningún esfuerzo para hacerla ilegal.

Por otra parte, la relatora -quien este martes presentará su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU- explicó que criticar la guerra contra Ucrania en Rusia "tiene un coste tremendo y los que se atreven reciben sentencias muy largas, como siete años por leer un poema o una oración, o por poner un comentario en una red social".

"Los activistas antiguerra son castigados con tratamientos psiquiátricos forzados, que recuerdan mucho a las prácticas contra los disidentes soviéticos y los defensores de los derechos humanos durante la época soviética. Hay más de 1.300 presos políticos en las cárceles rusas", aseveró. EFE

is/jfu

(vídeo) (foto)

Guardar

Nuevo