Mourinho, De Rossi, Soulokou... el Roma de los Friedkin convive con el caos

Tomás Frutos

Roma, 22 sep (EFE).- Hace ya varias temporadas que en el Roma reina el caos. Idas y venidas de entrenadores, críticas feroces de la afición y estrategias de mercado a veces incomprensibles que han conducido al club a las destituciones de José Mourinho y Daniele De Rossi, así como a la dimisión de la CEO del club, la griega Lina Soulokou, la última baja de un desorden que tiene a Dan y Ryan Firedkin, los propietarios, en el punto de mira.

La griega Lina Souloukou presentó este domingo su dimisión como directora ejecutiva del Roma, apenas tres días después de la inesperada destitución del italiano Daniele De Rossi como entrenador que provocó el enfado de buen parte de la afición romanista, pese a que no había conseguido una victoria en lo que va de temporada.

"El Roma anuncia la dimisión de la directora ejecutiva Lina Souloukou. Agradecemos a Lina su dedicación en una fase especialmente crítica para el Club y le deseamos lo mejor en sus futuros retos profesionales", informó el club en un comunicado oficial.

El despido de De Rossi conmocionó a gran parte de la afición 'giallorossa', que cargó contra la directora ejecutiva por la decisión. De hecho, este mismo sábado se informó en Italia que la ahora ex CEO del club romano había sido puesta bajo "medidas de protección" debido a las tensiones creadas y las amenazas e insultos que recibió desde el jueves, día del despido de la leyenda romanista.

Para entender bien el contexto de lo que pasa en la 'Loba' hay que viajar a 2020. La propiedad del Roma recae en capital estadounidense, en la familia Friedkin. Dan y Ryan son la cara visible, aunque es el primero de ellos, productor de cine, el que figura como dueño y presidente del club desde que lo adquiriera en 2020 por unos 600 millones de euros.

Desde entonces la inversión ha sido de casi mil millones de euros con los que quería devolver al Roma a la Liga de Campeones de manera habitual, crear un proyecto asentado en la élite. Objetivo que no se ha cumplido. La última vez en 'Champions' fue en los octavos de 2018-19.

Solo una Liga Conferencia, conquistada por Mourinho, y una final de Liga Europa -también con Mourinho- perdida ante el Sevilla parecieron aliviar el mal desempeño en Serie A y abrir la puerta al esperado regreso a 'Champions' y a la recompensa económica. Lo rozó, pero no llegó.

Casi mil millones de euros que se han saldado con un séptimo puesto y tres sextos consecutivos. Una gran inversión que, además, tendrá que ser superior en los próximos años si el Roma quiere tener su propio estadio.

Soulokou, madre de dos hijos pequeños, motivo por el que las mencionadas medidas de seguridad habrían aumentado en las últimas horas viendo el incremento de amenazas, antes de llegar a Roma fue miembro de la junta directiva de la Asociación de Clubes Europeos (ECA) y directora general del Olympiacos.

La dirigente llegó a Roma en abril de 2023 y desde entonces ha sido la máxima responsable del club representando a los propietarios estadounidenses. Era su mano derecha. Y fue la mano ejecutora de varios movimientos controvertidos en la capital italiana.

Bajo su mandato, siempre dirigida y en consenso con los Friedkin, tomó las decisiones sobre Mourinho y De Rossi, que provocaron el gran enfado de la afición. También cambió al luso Thiago Pinto por el galo Florent Ghisolfi en el cargo de director deportivo.

Ahora el propio Ghisolfi y Maurizio Lombardo, director de operaciones de fútbol del club desde 2021, asoman como posibles sustitutos de Soulokou.

Otro movimiento que generó el desencanto de la afición con Souloukou fue la decisión del club de poner al argentino Paulo Dybala en el mercado.

El jugador tenía una clausula de renovación automática que en caso de jugar 14 partidos en la presente campaña, pero el Roma quería liberar esa masa salarial y por eso veía con buenos ojos la oferta de Arabia Saudí que llegó y que la 'Joya' acabó rechazando en el último momento.

Algunos medios italianos apuntan a que, de hecho, fue esa decisión del argentino la que cambió la relación entre Soulokou y De Rossi, pues la directiva le habría pedido al técnico intentar no hacer jugar demasiado al futbolista para no activar la clausula de renovación. Exactamente como sucedió con Antoine Griezmann en el Atlético de Madrid mientras estaba cedido por el Barcelona.

Un cúmulo de acciones que han provocado que en apenas un año y medio en el cargo, Souloukou haya pasado por 2 entrenadores -3 si se incluye el nuevo, Juric- y 2 directores deportivos, así como varias polémicas en el mercado de fichajes, la más sonada la de Dybala. Todo sin una recompensa real en el desempeño deportivo, con el mismo rumbo desnortado que marca la pauta desde hace temporadas.

Este mismo domingo, el Roma estrena nuevo entrenador, al croata Ivan Juric, que busca la primera victoria de la 'Loba' en lo que va de temporada. Un cambio de estilo con un técnico experimentado en Italia, con un sistema definido basado en la solidez defensiva. Está ante su gran reto, es el equipo más grande que ha entrenado.

Comienza ante un Udinese que no ha perdido todavía y que, como sucediera la pasada jornada, en caso de victoria se colocaría líder.

El duelo se disputará en el Estadio Olímpico de Roma en el que se espera una crítica monumental a la directiva por la decisión de destituir a De Rossi. De hecho, la facción más radical de la afición no estará en la primera media hora del encuentro e instó al resto de aficionados a hacer lo propio.

Sin embargo, ni los dueños del club, la familia estadounidense Friedkin, que ya viajó de regreso a América tras el caso De Rossi; ni la propia Souloukou, que iba a centrar las críticas en el estadio, estarán presentes.

El Roma se mide este jueves en el mismo escenario, al Athletic Club de Bilbao en la primera jornada de la reformada Liga Europa. EFE

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