El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha comunicado este domingo la concesión de la Rosa de Oro por parte del papa Francisco a la Virgen de la Esperanza Macarena. El anuncio ha tenido lugar en la basílica de la hermandad, tras el rezo del Ángelus. El nuncio apostólico en España, monseñor Bernardito C. Auza, ha sido el encargado de trasladar al arzobispo el mensaje de la Secretaría de Estado de Su Santidad con la concesión de "tan alta distinción pontificia", según informa el Arzobispado. Monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y enviado especial del papa Francisco para el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que tendrá lugar del 4 al 8 de diciembre, será el encargado de llevar la Rosa de Oro en nombre de su Santidad, y la colocará a los pies de la venerada Imagen en la víspera de la apertura del citado cónclave. El arzobispo de Sevilla se ha trasladado este domingo al mencionado templo para realizar este anuncio junto al rector de la basílica, José María Losada; el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, y un nutrido grupo de fieles que se han congregado en su interior. La Rosa de Oro muestra la vinculación entre el Papa y su "profunda devoción mariana". La Virgen de la Macarena será la tercera imagen que la reciba en España, tras la Virgen de la Cabeza (2009) y la Virgen de Montserrat (2023). El hermano mayor, visiblemente emocionado, ha agradecido al Santo Padre la concesión de la Rosa de Oro y ha renovado el "permanente compromiso de la hermandad de seguir evangelizando incansablemente". En opinión de Fernández Cabrero, esta distinción pontificia es "un reconocimiento a la piedad popular y mariana de toda la Archidiócesis de Sevilla, regalo que llenará del buen olor de Cristo la basílica de la Esperanza Macarena". SIMBOLISMO DE LA ROSA DE ORO La rosa de oro simboliza la bendición papal. Es un regalo exclusivo de los pontífices para expresar "reverencia" a la Virgen María. La tradición se remonta al papa León IX, que la instauró en 1049. A lo largo de los siglos se ha regalado a monasterios, santuarios, soberanos y personalidades destacadas en reconocimiento a su compromiso con la fe y el bien común. Antiguamente, la Rosa de Oro también se concedía a las reinas, entre ellas Isabel la Católica, que fue la primera monarca en recibirla en 1493 por concesión de Inocencio VIII. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando las entregas de la Rosa de Oro fueron escasas, comenzando a concederse a santuarios marianos. La Rosa de Oro está realizada en plata con un baño de oro y representa a un rosal con flores, botones y hojas, todo ello colocado en un vaso de plata de estilo renacentista y con el escudo papal. La Rosa de Oro es bendecida por el Papa el cuarto domingo de Cuaresma, o Laetare.