El presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha celebrado este viernes el visto bueno que ha logrado en la Cámara de Diputados la reforma de seguridad con la que pretende que la Guardia Nacional pase a depender del Ministerio de Defensa, a la espera de una última revisión testimonial del Senado. "Estoy muy contento y además tranquilo", ha afirmado López Obrador, quien ha destacado que con esta reforma se ha logrado que la Guardia Nacional cuente con "el respaldo de la mayoría" de los mexicanos. "Que no vuelva a suceder lo que ya se padeció con la Policía Federal", ha dicho. López Obrador ha recordado así al cuerpo policial disuelto en 2019 debido a las numerosas irregularidades que fue cometiendo especialmente durante los años en los que Genaro García Luna --acusado de connivencia con el narco-- estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Nacional. "Yo estoy muy contento porque si queda la Guardia Nacional dependiendo de la Secretaría de Defensa, larga vida, si no, nos va a salir otro García Luna", ha dicho el presidente mexicano durante su matutina rueda de prensa diaria. Este viernes, la Cámara de Diputados ha aprobado con 353 votos en favor y 126 en contra, y tras 16 horas de debate, la ansiada reforma del Gobierno mexicano para traspasar las competencias de la Guardia Nacional al Ministerio de Defensa, suprimiendo así del fuero civil de sus funcionarios al militar. La reforma también modifica la tarea de los militares en materia de seguridad pública, pues con ella podrán perseguir e investigar delitos, un punto que para algunas organizaciones civiles supone una militarización de México. Un extremo rechazado por el presidente mexicano, quien ha reprochado a las "élites" su oposición a esta reforma. "Es militarizar, eso en el flanco izquierdo, y los conservadores, me imagino que no quieren que exista una policía, una Guardia que garantice que no haya privilegios, pero esta es la realidad", ha zanjado.