El museo de Orsay homenajea a la noruega Backer, desconocida maestra de la luz y el color

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París, 20 sep (EFE).- Caracterizada por un audaz tratamiento de la luz y el color, la obra de la pintora noruega Harriet Backer (1845-1932) se expone desde el 24 de septiembre hasta el 11 de enero de 2025 en el museo de Orsay de París.

Figura casi anónima fuera de su Noruega natal, Backer firmó una sólida carrera artística, que la llevó a vivir en París y Múnich en una época, a finales del XIX e inicios del XX, en la que las mujeres tenían muchos más frenos y prejuicios para su desarrollo profesional que hoy en día.

Procedente de una familia de artistas, no se casó ni tuvo hijos, lo que le ayudó a tener más tiempo para su obra.

En la exposición del Orsay presentada este viernes a la prensa se muestran 89 obras, que se estructuran en siete partes temáticas coincidentes con su evolución profesional.

La época de su formación en Europa alumbra unos primeros cuadros marcados por un estilo figurativo y acentuados claroscuros, como en 'L'aideu' (1878).

Ya en el ecuador de su carrera, emerge una Backer más difuminada e influida por el impresionismo entonces en boga. Ejemplo de ellos es 'La ferme de Jonasberget' (1892).

De temáticas costumbristas, que retratan a mujeres haciendo sus labores ('Femme cousant à la lueur de la lampe', 1890) o de iglesias ('Baptême dans l'église de Tanum' (1892), las pinturas de la noruega se extienden bien entrado el siglo XX. Todas ellas desatacan por el cautivador empleo de la luz y el color.

Entre 1891 y 1909, la artista abrió en Noruega su propia escuela de pintura en la que acogió a numerosos alumnos hombres y mujeres.

Fallecida en Oslo a los 85 años, durante sus últimos años sufrió de cataratas en los ojos. EFE

atc/psh

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