Una operación policial ha dejado 17 detenidos en España, Argentina, Colombia, Chile, Ecuador y Perú por estafar a dueños de teléfonos móviles robados por una organización criminal que, posteriormente, enviaban SMS simulando ser el fabricante de los aparatos para desbloquearlos, momento en el que aprovechaban para robar también la vida digital de las víctimas. En el desarrollo de la operación se han llevado a cabo 28 registros domiciliarios en los que se han intervenido un total de 921 dispositivos electrónicos entre teléfonos móviles, tablets y portátiles, según han informado la Policía Nacional y la Guardia Civil en una nota de prensa. La plataforma informática que utilizaban se estima que habría desbloqueado 1,3 millones de dispositivos telefónicos de alta gama sustraídos de forma ilícita, utilizando para ello un total de 5.300 páginas web falsas. En España, han sido arrestadas tres personas vinculadas con la organización criminal en Móstoles, Leganés y Manresa. También se han llevado a cabo tres registros domiciliarios, en los que se han intervenido 47 teléfonos móviles, seis tablets y tres ordenadores portátiles, además de bloquear el acceso a las páginas web fraudulentas asociadas a la red criminal. La red criminal operaba desde hace al menos cinco años, contando con más de 2.000 usuarios registrados. Los investigadores estiman que las víctimas alcanzan la cifra de 483.000 usuarios: Chile 77.000, Colombia 70.000, Ecuador 42.000, Perú 41.500, España 30.000, Argentina 29.000, así como otros 193.500. La actividad ilícita de la estructura criminal dedicada al 'Crime as Service' se iniciaba con el robo de terminales telefónicos, que desbloqueaban mediante técnicas combinadas y simultáneas de 'phising', 'smishing' y 'vishing', con las que obtenían de sus víctimas las credenciales de acceso al dispositivo para apoderarse de su vida digital. La investigación de Policía y Guardia Civil se ha desarrollado en el marco de una operación internacional coordinada por EUROPOL y AMERIPOL a través del programa EL PAcCTO 2.0. Una vez detectada toda la estructura criminal y su forma de actuar, se estableció un operativo de actuación simultánea en todos los países implicados, estableciendo un Centro de Coordinación en la ciudad argentina de Buenos Aires, donde se desplazaron agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Además de los dispositivos electrónicos, durante los registros se han intervenido tres vehículos, dos armas de fuego, 6.500 euros en efectivo, numeroso material informático relacionado con la actividad criminal, dos armas de fuego, un dron, criptoactivos y pastillas de MDMA.