Redacción ciencia, 19 sep (EFE).- Un estudio ha asociado los periodos de calor extremo ocurridos en los últimos 485 millones de años a momentos de elevada concentración dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, lo que indica este gas de efecto invernadero es principal factor de control de la temperatura global.
Los hallazgos, recogidos este jueves en la revista Science, se basan en el análisis de los datos geoquímicos de más de 150.000 fósiles repartidos por todo el mundo, para reconstruir la temperatura a través de ellos.
De este modo, fósiles de organismos unicelulares similares a las amebas o de conchas microscópicas han ayudado a comprender el clima durante una era geológica denominada Eón Fanerozoico, que abarca los últimos 540 millones de años de vida en la Tiera.
El comienzo del Fanerozoico, hace 540 millones de años, estuvo marcado por la Explosión Cámbrica, un momento en el que aparecieron por primera vez en el registro fósil organismos complejos de caparazón duro.
Al mismo tiempo, este grupo internacional de investigadores, de centros de Estados Unidos y Reino Unido, crearon más de 850 modelos de simulación de cómo podría haber sido el clima de la Tierra a lo largo de los últimos 485 años en función de la posición continental y la composición atmosférica.
De la combinación de los registros geológicos y los modelos climáticos, mediante una metodología de asimilación de datos, ha salido la curva de la temperatura media global de la superficie terrestre a lo largo de los últimos 485 millones de años.
Aunque los investigadores pueden crear simulaciones hasta hace 540 millones de años, la curva de temperatura del estudio se ha centrado en los últimos 485 millones de años porque los datos geológicos sobre la temperatura previos esa fecha son limitados, explican los autores.
Los resultados han revelado que “cuando la concentración de CO2 ha sido baja, la temperatura ha sido fría; y que cuando ha estado elevada se ha correspondido con temperaturas cálidas”, subraya una de las autoras del estudio Jessica Tierney, paleoclimatóloga de la Universidad de Arizona.
“El dióxido de carbono y la temperatura no sólo están estrechamente relacionados en la actualidad, es una asociación que lleva produciéndose durante al menos 485 millones de años, y qué es válida tanto para el calor como para el frío”, continua la investigadora en un comunicado de la universidad de Arizona.
La reconstrucción del clima de los últimos 485 millones de años ha revelado también que la temperatura media de la superficie de la Tierra ha variado más de lo que se pensaba, entre los 11 grados Centígrados y los 36.
Los autores han identificado cinco estados climáticos distintos en el periodo Fanerozoico, y comprobado que la mayor parte de la historia de la Tierra ha transcurrido en climas más cálidos que fríos.
Además, los hallazgos han mostrado que la temperatura media global de la superficie terrestre en la actualidad, de 15 grados Celsius, es más fría de lo que ha sido la Tierra durante gran parte del Fanerozoico.
No obstante, subrayan que "las emisiones de gases de efecto invernadero debidas al cambio climático provocado por el hombre están calentando el planeta a un ritmo mucho más rápido que los fenómenos de calentamiento previos".
Los investigadores inciden en que hay que seguir afinando y mejorando los datos de cómo ha evolucionado la temperatura de la Tierra a lo largo del tiempo porque es "una información crucial para comprender mejor el cambio climático moderno".