La empresa búlgara de los buscas explosivos comparte dirección con otras 196 firmas

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Sofía, 19 sep (EFE).- La empresa Norta Global Ltd., supuestamente vinculada a la venta al grupo chií Hizbulá de los buscapersonas explosivos, es una sociedad unipersonal fundada en 2022 por un ciudadano noruego cuya dirección postal en Sofía es la misma que la de otras 196 entidades, según publican este jueves medios locales.

La Agencia Tributaria y el Ministerio del Interior de Bulgaria están investigando la participación de esa empresa en el suministro a Hizbulá de los equipos que explotaron el pasado martes, matando a nueve personas e hiriendo a casi 3.000 en el Líbano, en una operación que diferentes fuentes atribuyen a Israel.

La compañía fue fundada en 2022 por su único empleado, el ciudadano noruego Rinson Jose, y se dedica oficialmente a la gestión de proyectos tecnológicos.

La dirección postal corresponde a un edifico en el centro de Sofía donde tiene su sede una compañía propiedad de dos abogados.

Uno de ellos, Atanas Atanasov, aseguró hoy a los medios que le esperaban ante la oficina que Rinson Jose es su cliente, pero se negó a dar más detalles.

Bird.bg, un portal búlgaro de periodismo de investigación, asegura que tras su creación en 2022 rápidamente ingresó unos 650.000 euros con servicios de consultoría, un dinero que esa fuente asegura se usó para comprar los buscapersonas que se enviaron luego a Hizbulá, cuyo brazo armado es considerado terrorista por la Unión Europea.

El rotativo 24 chasa informa, citando fuentes de los servicios de seguridad, que los investigadores ya han establecido que, desde su creación, la compañía ha realizado transacciones por valor de 1,6 millones de euros, y que su dirección en Sofía es meramente administrativa y los buscapersonas nunca pasaron físicamente por Bulgaria.

DANS, la oficina búlgara de contraespionaje, ya había asegurado previamente que "no se han realizado operaciones aduaneras con las mercancías en cuestión".

La compañía de Taiwán Gold Apollo, que distribuye esos equipos, aseguró que los modelos que explotaron fueron diseñados y fabricados con licencia por BAC, una empresa húngara.

El Gobierno húngaro afirmó ayer que esa firma actúa sólo como intermediaria comercial y no posee centros de producción en Hungría, por lo que los aparatos nunca estuvieron en el país.

El portal informativo húngaro Telex cita hoy a "fuentes implicadas en el caso" para afirmar que aunque la empresa húngara firmó un contrato con la taiwanesa, fue en verdad Norta Global Ltd. la que estaba detrás del trato, y la que importó y vendió los aparatos a Hizbulá. EFE

vp-as/jfu

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