"¡Aquí no hay bomberos!"

Carlos García

Mangualde (Portugal), 18 sep (EFE).- El fuego se acerca a las casas de Santiago de Casurrães y, de los más de 5.000 bomberos que hay repartidos por las decenas de incendios que asolan Portugal, ninguno está en esta población. Carla Alexandra y Elisabete Pinto organizan a varios vecinos y, azada en mano, se enfrentan a las llamas.

Mario Moreiro, un empresario de esta zona dentro del municipio de Mangualde -distrito de Viseu, una de las más afectadas por los incendios- se une a la decena de personas que acuden a un pinar que está ardiendo.

Elisabete logra apagar varios olivos cuyos troncos ya estaban en llamas y Carla colabora en las labores de tendido de manguera. No es una manguera profesional, se trata de una simple que tenían en casa.

"No hay bomberos, tenemos que hacer nosotras ese servicio", afirma categóricamente Carla, que atiende a EFE mientras acude a la zona incendiada que amenaza una vivienda cuyos dueños, asegura, residen en Estados Unidos.

"Nos vamos organizando unos con otros, nos vamos llamando", explica.

Mientras tanto, Elisabete, con la azada en mano intentando apagar la llamas del pinar, lamenta a EFE que "anoche sí hubo bomberos, pero ahora no hay nada y por eso lo estamos intentando aquí"

Según varios afectados entrevistados por EFE e incluso alcaldes de otras localidades que han hablado con los medios locales, la falta de medios es una situación que se repite en muchas zonas afectadas por las llamas, aliadas con el fuerte viento y una masa boscosa de pinos y eucaliptos que facilitan su rápida propagación.

En la mayoría de las aldeas rodeadas por los fuegos, principalmente presentes en el Centro y Norte de Portugal, es habitual ver a los agricultores con sus tractores de labranza cargados con tanques de agua, regando calles y tejados para paliar las llamas, en caso de que se acerquen.

El presidente de la Liga de Bomberos de Portugal, António Nunes, explicó hoy en declaraciones a EFE que, aunque existen recursos suficientes para resolver esta crisis, "el problema está en la distribución".

Para ayudar en el combate, un contingente de 248 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de España llegó este miércoles a Portugal para sumarse a las labores de extinción.

Esta ola de incendios arroja, hasta el momento, un balance de cinco fallecidos, varias decenas de heridos y evacuados y miles de hectáreas consumidas por el fuego.

Entre las infraestructuras afectadas se encuentran viviendas, locales comerciales y almacenes.

Este miércoles, una de las infraestructuras más turísticas de la zona de Arouca (Norte del país), los afamados Passadiços do Paiva ubicados en el Geoparque UNESCO de Arouca, fueron alcanzados por las llamas.

La alcaldesa de Arouca, Margarida Belém, lamentó hoy públicamente que este paraje haya sido afectado por las llamas, debido, entre otros factores, a la falta de medios de extinción. EFE

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