Suben a 269 los muertos registrados en Nigeria por las inundaciones en lo que va de año

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Lagos, 17 sep (EFE).- El número de muertos por las inundaciones que han sacudido Nigeria en lo que va de 2024 ha aumentado de 259 a 269, mientras más de 640.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares, informó este martes la Agencia las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

"Las devastadoras inundaciones han agravado años de desplazamientos, inseguridad alimentaria y dificultades económicas, con consecuencias desastrosas", alertó en un comunicado Acnur, citando las últimas cifras difundidas por las autoridades nigerianas, según las cuales más de un millón de personas se han visto afectadas en 30 de los 36 estados del país.

"Comunidades que, tras años de conflicto y violencia, habían comenzado a reconstruir sus vidas se vieron afectadas por las inundaciones y se vieron desplazadas una vez más", añadió.

Según los últimos datos publicados el pasado domingo por la Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA, en inglés), las lluvias han afectado a 1.075.485 personas, mientras 641.127 se han visto desplazadas.

Una de la zonas más golpeadas del país es Maiduguri, la capital del estado de Borno (noreste), después de que la presa de Alau, situada a unos 25 kilómetros de la ciudad, que tiene más de 800.000 habitantes, se desbordara el pasado día 10 por daños estructurales y las fuertes precipitaciones.

"Más de 414.000 personas se han visto afectadas, 389.000 desplazadas y 37 han muerto", afirmó el pasado viernes en una rueda de prensa la directora general de la NEMA, Zubaida Umar.

Por su lado, el portavoz de la NEMA, Manzo Ezekiel, reveló tras la catástrofe que "aproximadamente el 70 % de la ciudad" llegó a estar "bajo el agua", que bloqueó el acceso a hospitales, escuelas y mercados.

El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, expresó su "más sentido pésame al gobierno y al pueblo del estado, especialmente a las familias que han perdido sus medios de subsistencia debido al desastre provocado por el desbordamiento de la presa de Alau".

Este desastre agrava la situación humanitaria de Borno, que sufre ataques del grupo yihadista Boko Haram desde 2009, una violencia agudizada a partir de 2016 con la aparición de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP).

Yamena, 17 sep (EFE).- El número de muertos por las devastadoras inundaciones y lluvias torrenciales que ha sufrido Chad desde finales de julio ha subido a 487, con 146 de ellos registrados solo en la última semana, informaron a EFE este martes las autoridades.

"Hasta la fecha, hemos registrado 487 muertes relacionadas con las inundaciones y cerca de 1,7 millones de personas afectadas (...) Es una cifra alarmante y pedimos ayuda a los socios de Chad", dijo a EFE Mahamat Assileck Halata, vicepresidente del Comité Nacional de Prevención y Gestión de Inundaciones, confirmando los datos difundidos el pasado viernes por las Naciones Unidas.

Según Halata, las lluvias han dejado 200.000 casas y más de 355.000 hectáreas de campos de cultivo destruidas, mientras se han perdido 66.000 cabezas de ganado en un fenómeno que ha afectado a 117 de los 120 departamentos del país.

Las zonas donde más muertos se han registrado son las provincias de Logone Oriental y Mayo-Kebbi Oeste, en el sur de país, y las de Ouaddaï y Wadi Fira, en el este, si bien la provincia del Lago (oeste) concentra el mayor número de personas golpeadas por el desastre.

"Todos los campos están inundados. Nuestros cultivos se pudren en el agua. Esta situación no augura nada bueno para el día de mañana: si la gente no cosecha lo que ha sembrado, habrá hambruna en los próximos meses", lamentó en declaraciones a EFE Jonas Masra, vecino de la localidad de Sarh, en la provincia de Moyen-Chari (sur).

Además de a Chad, las fuertes lluvias golpean desde hace meses a varios países de África occidental y central, incluyendo Nigeria, la República Democrática del Congo (RDC), la República Centroafricana (RCA), Togo, Costa de Marfil, Liberia, Níger y Mali.

Esta situación agrava las circunstancias de una población ya vulnerable por la pobreza crónica, el subdesarrollo, los conflictos y la inestabilidad política.

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