Bangkok, 17 sep (EFE).- La Policía de Malasia ha congelado y cerrado un total de cien cuentas bancarias vinculadas al grupo empresarial islámico supuestamente detrás de los abusos físicos, sexuales y psicológicos a 402 menores de entre 1 y 17 años rescatados de centros de acogida la pasada semana.
El inspector general de la Policía malasia, Razarudin Husain, dijo este martes que se han congelado 96 cuentas y cerrado otras cuatro vinculadas al grupo Global Ikhwan Services and Business Holdings (GISB) con una cuantía total de 581.552,21 ringgit (136.400 dólares, 122.550 euros), recoge la agencia local Bernama.
GISB tiene numerosos negocios en el sector alimentario, educativo y hotelero en una veintena de países, como Indonesia, Singapur, Egipto, Arabia Saudí, Francia, Australia y Tailandia, y fue fundado en 2010 por Ashaari Muhammad, líder entonces de la controvertida secta musulmana Al-Arqam, prohibida en Malasia en los 90 por desviarse de las enseñanzas del islam.
El grupo, envuelto en otras controversias en el pasado, como crear el llamado el Club de las Esposas Obedientes, que enseñaba a las mujeres a ser sumisas con sus maridos, está supuestamente detrás de los 20 centros de acogida de los que fueron rescatados 402 menores la pasada semana en Malasia.
Los menores, 201 niños y 201 niñas de entre 1 y 17 años, fueron rescatados el pasado miércoles después de varias denuncias contra GISB.
Razadurin, que ha ido desde entonces compartiendo con los medios detalles de la investigación preliminar, afirmó hoy que las pruebas médicas a 392 de los rescatados revelan síntomas de abusos físicos y emocionales, y que se necesitan más exámenes.
La Policía ha recogido testimonios de 740 individuos, entre ellos 30 denunciantes, 216 testigos, 392 víctimas y 102 sospechosos.
El policía indicó asimismo que existen pruebas como vídeos que circularon por redes sociales en los que las víctimas estaban siendo golpeadas, azotadas y manoseadas en el pecho y los genitales, y denunció también que eran objeto de explotación laboral y malnutrición.
La semana pasada indicó también que algunos menores estaban enfermos o tenían discapacidades y que al menos 13 fueron violados.
Según el inspector, la mayoría de los niños eran hijos de miembros de GISBH, abandonados en los centros de acogida del grupo poco después del nacimiento, lo que significa que muchos padres "pueden no estar al corriente de las identidades de sus hijos ni de que estén entre los rescatados".
Ningún menor ha sido reclamado por sus progenitores, y la agencia de menores malasia ha pedido la custodia temporal de momento de 149 niños de entre uno y diez años.
En un comunicado, GISB negó la pasada semana las acusaciones y aseguró que sus prácticas cumplen con las enseñanzas islámicas y las leyes de Malasia, país de mayoría musulmana.
GISB reconoce sus vínculos en origen con Al-Arqam, pero asegura que ya no tiene ninguna relación con el grupo prohibido. EFE
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