Los moscovitas disfrutan del verano más tardío que se recuerda

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Moscú, 17 sep (EFE).- Los moscovitas disfrutan del verano más tardío y soleado que se recuerda y aprovechan el buen tiempo para pasear en manga corta antes de que el general invierno comience su ofensiva.

Según el jefe del servicio meteorológico de Rusia, Román Vilfand, este año podría ser el más cálido desde el inicio de las mediciones, un fenómeno que ni siquiera la corriente oceánica La Niña, que suele reducir las temperaturas, podrá revertir.

Septiembre, que para los rusos es el mes del retorno a la rutina tras las vacaciones, el comienzo del curso escolar, de las primeras lluvias, de la caída otoñal de las hojas de los árboles, este año ha roto todas las tradiciones y establecido varios récords de temperaturas, algunos de ellos centenarios.

Los parques y las avenidas de la capital rusa se colman de personas y grupos de escolares organizados en excursiones que marchan sin apuro, fijando en abundantes fotos la alegría de estos días tan diferentes a las lúgubres y húmedas imágenes de otros años.

Instintivamente, los moscovitas buscan el frescor del agua, ya sea junto al río Moscova por cuyo cauce transitan numerosas lanchas de recreo, o fuentes y estanques, junto a los cuales se puede pasear o simplemente sentarse a disfrutar a la sombra de los setos que permanecen verdes contra todo pronóstico.

En parques como el centenario Gorki, que en invierno convierte todos sus calles en pistas de patinaje, en verano se habilitan zonas de césped en las que se disponen cojines hinchables a la sombra que gozan de gran popularidad y a estas alturas de septiembre todavía cuentan con gran número de asiduos.

Para colmar la sed de los transeúntes que cruzan la ciudad bajo la radiante luz del sol, cientos de quioscos esparcidos por parques y calles ofrecen helados y bebidas, muchos con la fórmula democrática de "todo por mismo precio" y otras ofertas atractivas.

El otoño "dorado" característico de estas latitudes que suele pintar de amarillo y rojo las copas de los árboles y cubre las calles de un tapiz multicolor de hojarasca se niega a llegar: Moscú mantiene el verdor de agosto, que paradójicamente este año no fue tan cálido como septiembre.

Según los meteorólogos, este verano, reticente a concluir, amenaza con extenderse del 17 de mayo al próximo 22 de septiembre, un total de 130 días en lugar de los habituales 99, con lo que el clima en Moscú ahora se corresponde más a lo habitual en la ciudad rusa de Voronezh, casi 500 kilómetros al sur.

Más allá de las temperaturas diurnas que se mantienen sobre los 25 grados, superando en más de 6 a 9 grados las normas climáticas, el pasado viernes los meteorólogos registraron un récord temperatura nocturna que rompió el máximo establecido en 1909.

Pero lo más significativo de este prolongado verano ha sido el buen tiempo que ha traído a la capital rusa: salvo algunas aisladas lloviznas, septiembre ha sido soleado, lo cual ha sido un incentivo particular al esparcimiento y el disfrute que ha contagiado a los rusos.

Sin embargo, el tiempo seco también trae de la mano riesgos, el departamento capitalino del Ministerio de Emergencias de Rusia alertó este martes que durante esta semana se mantiene "el peligro extremo de incendios" y llamó a velar por las normas de la seguridad contra incendios y no prender fogatas en las zonas boscosas.EFE

mos/pss

(foto)(vídeo)

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