Papúa permite el uso de "fuerza letal" para contener un conflicto de clanes con 20 muertos

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Sídney (Australia), 16 sep (EFE).- La Policía de Papúa Nueva Guinea permitió el uso de la "fuerza letal" en la localidad minera de Porgera para tratar de contener los graves enfrentamientos registrados recientemente que han dejado al menos 20 muertos.

Más de 120 agentes de seguridad se encuentran desplegados en Porgera con la misión de restablecer el orden mediante un operativo que incluye medidas como un toque de queda nocturno y la prohibición del consumo de alcohol, entre otras.

El director de la Policía, David Manning, emitió una orden que permite a las fuerzas de seguridad usar la "fuerza letal cuando sea apropiado" para proteger a civiles, la mina e infraestructuras de este remoto lugar situado en la provincia de Enga, en el centro del país, informó el domingo el diario The National.

Los enfrentamientos brotaron la semana pasada por el conflicto entre dos clanes asentados en las inmediaciones de la mina de oro Porgera, la segunda más grande del país y uno de los principales yacimientos auríferos del mundo, aparentemente por disputas entre mineros ilegales y los dueños tradicionales de la tierra.

La violencia escaló el fin de semana cuando uno de los clanes atacó al otro matando a al menos 20 personas, incluyendo mujeres y niños, e incendió las infraestructuras.

Los conflictos, en su mayoría tribales y debido a disputas de tierras, se han recrudecido en Papúa debido al uso más extendido de armas de fuego militares.

En febrero, al menos 54 personas fueron asesinadas durante una emboscada con armas de fuego por un conflicto entre tribus, también en la provincia de Enga.

Papúa Nueva Guinea, con casi 12 millones de habitantes y hogar de más de 800 tribus, es un país rico en recursos naturales, pero donde casi la mitad de su población vive en situación de pobreza.

Además, este agreste país, donde se mantienen las creencias tradicionales, está marcado por una larga historia de intrigas políticas, corrupción y conflictos internos. EFE

wat/nc/ah

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