Leópolis (Ucrania), 16 sep (EFECOM).- El reciente ataque ruso contra un barco civil que transportaba cereales desde los puertos ucranianos del mar Negro no ha afectado hasta ahora el funcionamiento de su corredor marítimo, pero puede indicar mayores riesgos para futuras exportaciones de granos, señala Ucrania.
La circunstancias exactas del ataque, que afectó a un barco de propiedad griega que navegaba el pasado 12 de septiembre a unos 55 kilómetros de la costa de Rumanía hacia Egipto bajo bandera de San Cristóbal y Nieves, todavía no se han esclarecido.
Los mercados permanecen en alerta después de que los precios a futuro del grano aumentaran en un 2,2 % y desde Ucrania se advierta de que otros ataques podrían poner en peligro la seguridad alimentaria global.
El ataque podría haber sido tanto deliberado como accidental, ya que se empleó un misil X-22, conocido por su falta de precisión, declaró este lunes el portavoz de la Marina ucraniana, Dmitró Pletenchuk.
"Sin embargo, esto no cambia el hecho de que los rusos atacaron un barco civil", subrayó.
Hacen falta más investigaciones para determinar las circunstancias exactas del ataque, dijo a EFE Andrí Klimenko, del Instituto de Estudios Estratégicos del mar Negro.
Es posible que Rusia no desee atacar barcos que atraviesan aguas territoriales de la OTAN o que son propiedad de países con los que Moscú mantiene fuertes vínculos económicos y diplomáticos.
Según Klimenko, la mayoría de los barcos que atracaron en agosto en puertos ucranianos pertenecían a Turquía, Grecia y Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, el hecho de que el navío no atravesara aguas territoriales rumanas en el momento del ataque puede haber llevado a Rusia a arriesgarse a llevarlo a cabo, planteó Rizenko.
El funcionamiento sin incidentes del corredor es clave para la estabilidad interna en diferentes partes del mundo como Oriente Medio y África, destacó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, después del ataque.
Según la experta del Instituto de Investigación Económica Irina Kosse, se trata del primer ataque contra un barco que transporta grano desde un puerto ucraniano desde el inicio del funcionamiento del corredor y fuera de las aguas ucranianas.
Los mercados esperan ahora a ver si los ataques vuelven a producirse y si Rumanía protege a los barcos cerca de su territorio, planteó Kosse en un comentario publicado por el Instituto.
"Si Rusia sigue disparando contra barcos, entonces tanto los precios del grano como el precio del seguro y el transporte se incrementarán de forma sustancial y podemos olvidarnos de que regresen a nuestros puertos los grandes operadores internacionales", destacó.
El ataque ha sido condenado por Rumanía y la OTAN, que han reiterado su apoyo a los esfuerzos por lograr que el mar Negro sea seguro para la navegación civil.
A pesar del ataque, el corredor marítimo ucraniano ha seguido funcionando de forma normal, señaló Pletenchuk, que subrayó que se produjo fuera de las aguas territoriales ucranianas.
El número de buques que han atracado en los puertos de la región ucraniana de Odesa después del ataque no ha sufrido cambios, confirmó Klimenko a EFE.
Más de 2.500 barcos han atravesado el corredor en el año que ha pasado desde que entró en funcionamiento, según el gobierno, y exportaron 68 millones de toneladas de mercancías, entre ellas 46 millones de toneladas de grano.
Ello fue posible gracias al golpe sin precedentes que Ucrania infligió a la flota rusa en el mar Negro.
Más de 40 ataques con drones y misiles hundieron o dañaron al menos un tercio de la flota y expulsaron al resto hacia el este.
No obstante, probablemente Rusia no ha renunciado a intentar obstaculizar las exportaciones marítimas ucranianas, señaló Klimenko. EFECOM
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