Los momentos de la jornada

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Roberto Morales

Madrid, 15 sep (EFE).- Los momentos de la quinta jornada de LaLiga EA Sports.

Como Raúl en un gesto icónico en el Camp Nou, mandando callar a toda la afición del eterno rival en un clásico, Vinícius lo repitió el sábado en el Reale Arena en una acción que sólo él entendió su significado. No lo explicó posteriormente en declaraciones ni aportó luz en sus redes sociales. Provocó el enfado de la grada en un partido en el que, a simple vista, no hubo un clima de hostilidad contra el brasileño.

Carlo Ancelotti optó por no responder cuando fue preguntado por la reacción. "Prefiero guardar mi opinión para mí", dijo sin defender el acto de 'Vini'. Quien sabe si para silenciar las críticas recibidas en Brasil por no liderar a su selección en momentos duros o dedicado a aquellos que le ven lejos de su nivel en un inicio de temporada irregular. Un gesto que llega tras una semana en la que apuntó al racismo que se respira en estadios del fútbol español como motivo de peso para arrebatar el Mundial 2030 si no se corrige. En un partido de poco brillo, volvió a marcar de penalti mientras busca la puntería en acciones de juego.

Siempre presente su origen, el barrio, en cada celebración de Lamine Yamal, la joven estrella del Barcelona repitió en dos ocasiones el 304 que realiza con ambas manos como celebración. Los tres últimos dígitos del código postal de Rocafonda, barrio de Mataró.

Se había deshecho en elogios Míchel Sánchez, técnico del Girona, hacia el que apuntó como jugador en mejor momento del fútbol español a sus 17 años por su capacidad de elección en la toma de decisiones y su poderío en el uno contra uno. Lo 'agradeció' Lamine con un doblete, su segundo con el Barcelona, para cambiar el paso a un enfrentamiento que dejó dos dolorosas derrotas el pasado curso, convirtiéndose en una abultada goleada en el presente. En apenas cinco jornadas Yamal ya ha participado en siete goles del equipo de Flick, tres tantos y cuatro asistencias. Una de las claves del éxito de un arranque impecable.

El derechazo tremendo cruzado a la escuadra de Jesús Navas, para calmar la ansiedad de un Sevilla necesitado de alegrías y que dio el triunfo ante el Getafe, emocionó menos que las palabras posteriores de una leyenda sevillista que ve de cerca el final del camino el próximo diciembre. El momento de su anunciado adiós al que llega con evidentes problemas físicos.

"Saben mi situación de la cadera. Hace dos días no podía ni andar y estaba asustado. No podía jugar con los niños. El míster sabe que mejoré y podía ayudar al equipo". Y vaya que sí lo hizo. Hasta acarició el doblete en un esfuerzo que toda la afición del Sevilla agradece al espejo en el que mirarse para el resto de la plantilla. Llorando como un niño de emoción a sus 38 años por todo lo que esconde el heroico esfuerzo que encontró premio.

El gesto con los tres dedos de una mano en su última celebración dejaban constancia del mejor encuentro en la categoría de oro del fútbol español de Javi Puado. En el primero su gesto fue más reivindicativo. Como una respuesta a aquellos que dudan de su pegada y han olvidado que sus tantos dieron el ascenso.

Con su triplete se convirtió Puado en el máximo goleador en la historia del RCDE Stadium, estrenado en 2009. Esperando el gol en el segundo palo para abrir el marcador, peinando un centro desde el costado en el segundo gol y aprovechando un penalti en el tercero. El capitán dio al Espanyol su segundo triunfo consecutivo para instalarlo en la zona media de la clasificación.

Noche de esperados estrenos en el Metropolitano. Si Conor Gallagher revitalizaba al Atlético de Madrid con su titularidad en el centro del campo y se convertía en el primer goleador británico con la rojiblanca, el broche al triunfo ante el Valencia en el cuarto encuentro consecutivo sin encajar gol del equipo de Diego Simeone, lo ponía al jugador al que más se esperaba.

Llegaba de marcar a Chile un gran gol con Argentina y necesitaba marcar el primero de los muchos que vendrán con su nuevo club. Julián Álvarez lo hizo en la última acción del partido, tras una cabalgada de Riquelme, para hacer disfrutar a su afición del primer picotazo de la 'araña', buscando en una rápida transición la zona donde encontrar el balón para marcar a placer.

Apareció Vitor Roque donde saben ubicarse los goleadores, en boca de gol para sacar oro de un rechace del portero del Leganés tras una acción del jugador del partido, Ez Abde. El estreno en el Benito Villamarín extendió las buenas sensaciones que dejó el delantero brasileño en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid.

Y 'Tigrinho' sacó toda la tensión que llevaba dentro de meses de incomprensión, obligado a tener que marcharse del Barcelona por la puerta atrás y tener que renunciar un sueño, para iniciar una reivindicación en el Betis. Entre la alegría del momento, estirar la camiseta, besarla, señalar el escudo, hizo el gesto del tigre en su primer zarpazo como verdiblanco de un jugador que ilusiona a su nueva afición. EFE

rmm/sab

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