Río de Janeiro, 13 sep (EFE).- El estadounidense Travis Scott, uno de los mayores nombres contemporáneos del trap, cerró este viernes con broche de oro la primera jornada de conciertos de la décima edición del Rock in Río, dedicada al rap y en la que también brillaron el rapero británico 21 Savage y la funkera brasileña Ludmilla.
Scott presentó en Río de Janeiro un concierto basado principalmente en la gira 'Circus Maximus', con la que viene promoviendo su disco 'Utopia' (2023), aunque no dejó por fuera algunos de sus éxitos más antiguos, como 'Butterfly Effect' y 'Highest in the Room'.
El cantante, compositor y productor de 33 años nacido en Houston adaptó en el Rock in Río parte de la escenografía simulando montañas que utiliza en su gira, así como el espectáculo de imágenes en múltiples pantallas, y en ningún momento dejó desanimar al público, que todo el tiempo abrió ruedas para bailar pogo.
El estadounidense, que retribuyó totalmente la entrega de miles de admiradores que lo esperaron por varias horas (además de los 42 minutos que tardó en subir al escenario) y que corearon sus canciones -con tres de los cuales bailó 'sdp interlude'-, no se salió del guion y comenzó su presentación con 'Hyaena' e interpretó repetidas veces 'Fe!n'.
Poco antes, 21 Savage inició su concierto al ritmo de 'We will rock you', al recordar el histórico concierto de Queen en el Rock in Río de hace 40 años, y aprovechó la compañía del pinchadiscos Marc B para animar al público en una apertura que se extendió por 15 minutos.
Pero después, en un ritmo más intimista, el rapero británico criado en Atlanta limitó su concierto a promover las canciones de su último álbum, 'Americn dream' (2024), aunque no olvidó algunas de sus asociaciones con Drake y con Post Malone, dos de los raperos que también han pasado por el Rock in Río.
Tras una presentación corta y con poca interacción con el público, el británico concluyó el concierto con 'Redrum', su canción más conocida en Brasil por incluir un trecho de 'Serenata do Adeus' de Vinicius de Morais.
La brasileña Ludmilla, una de las mayores representantes del pop nacional, le demostró a los organizadores del festival que finalmente merecía ser invitada al escenario principal y no a los secundarios, como ocurrió hace dos años.
La brasileña llegó un poco atrasada pero comenzó con fuerza con varios de sus mayores éxitos, como 'Rainha da Favela', 'Verdinha', 'Favela Chegou' y 'Onda Diferente', esta última en asociación con Anitta.
"Después de tanto tiempo, Ludmilla finalmente en el escenario principal", afirmó la ganadora de un Grammy Latino en 2022 en un claro recado para los organizadores del festival y al comienzo de un concierto en que dejó clara su importancia y popularidad, y en el que transitó con tranquilidad por el pop, el funk y el pagode.
Los conciertos en el escenario principal este viernes los abrió el brasileño Matuê, que demostró por qué es uno de las mayores estrellas del trap nacional en una presentación en que recorrió desde sus éxitos más antiguos, como 'Anos luz' hasta los más recientes, como '333' y 'Crack com Mussilon'.
Los escenarios secundarios del Rock in Río fueron acaparados este viernes por algunos de los raperos y traperos más conocidos de Brasil, como MC Cabelinho, Orochi, Chefin, Oruam, Major RD y Xamã, que supieron prepararle el camino a Travis Scott.
Las principales atracciones de los otros seis días de conciertos de la décima edición del Rock in Río son Ed Sheeran, Deep Purple, Imagine Dragons, Avenged Sevenfold, Shawn Mendes y, Karol G, Katy Perry, Evanescence, Mariah Carey, Cyndi Lauper, Incubus y Joss Stone.
Desde el histórico festival de enero de 1985, el Rock in Río ya cuenta con 24 ediciones, en su mayoría (diez) en Río de Janeiro, pero también en Lisboa, Madrid y Las Vegas, a las que han asistido 12,3 millones de personas. EFE
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