Simpatizantes de Jorge Glas hacen plantones para exigir su libertad al Gobierno de Ecuador

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Quito, 12 sep (EFE).- Simpatizantes de Jorge Glas, que fue vicepresidente en el Gobierno de Rafael Correa, realizaron este jueves plantones en las principales ciudades de Ecuador y en otras partes del mundo para exigir su libertad tras haber sido detenido el pasado 5 de abril durante el asalto policial a la Embajada de México en Quito, cuando el país norteamericano le había otorgado asilo diplomático.

Decenas de personas se concentraron en Quito frente a la Corte Nacional de Justicia, donde se dictaminó que su detención fue legal y no arbitraria, y en Guayaquil ante la Gobernación de Guayas (Delegación del Gobierno nacional) en la ciudad donde se encuentra preso Glas, recluido en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador.

La asambleísta correísta Sofía Espín denunció agresiones a la manifestación en Guayaquil y aseguró que en el exterior ha habido consulados cerrados "para no recibir las peticiones de hermanos migrantes por la libertad de Jorge Glas".

Glas fue uno de los hombres fuertes del Gobierno de Correa (2007-2017), y entre 2013 y 2017 ocupó el cargo de vicepresidente, así como también durante los primeros meses del mandato presidencial de Lenín Moreno (2017-2021), hasta que comenzaron las investigaciones en su contra.

El exvicepresidente, que rechaza los cargos en su contra y se declara un perseguido político, había ingresado a la sede diplomática de México el 17 de diciembre de 2023 para solicitar asilo, cuando la Fiscalía se disponía a procesarlo por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en las obras de reconstrucción tras el devastador terremoto de 2016.

Además, tenía pendiente de terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por corrupción dictadas en 2017 y 2020 por las que ya había purgado alrededor de cinco años de prisión, entre 2017 y 2022, cuando salió en libertad gracias una polémica resolución judicial.

Antes de que el Gobierno mexicano le otorgase el asilo diplomático y la Policía ecuatoriana asaltase la Embajada para de tenerlo, un juez había ordenado su detención por el caso de las obras de reconstrucción.

Una vez recluido en La Roca, Glas trató presuntamente de suicidarse con una sobredosis de medicamentos, mientras que sus abogados reclaman su libertad al argüir una depresión que, según ellos, es tratada con una sobremedicación de pastillas psiquiátricas.

México y Ecuador se han contrademandado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por los hechos ocurridos el 5 de abril, con acusaciones mutuas de haber transgredido convenios y normas internacionales.

Mientras México acusa a Ecuador de romper la inviolabilidad de sus sedes diplomáticas, el Gobierno ecuatoriano sostiene que el Ejecutivo mexicano transgredió el derecho internacional al interferir en asuntos internos, abusar de la inmunidad diplomática y violar las normas de asilo que impiden dar ese beneficio a personas condenadas por tribunales ordinarios y procesadas por delitos comunes.

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