Budapest, 13 sep (EFE).- La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, insistió este viernes en que decidirán si recortan de nuevo los tipos de interés en su reunión de octubre en función de los datos que reciban y reevaluarán la situación si estos cambian mucho con respecto al escenario de referencia.
"Tenemos un escenario de referencia. Vamos a mirar a todos los datos, tenemos muchos datos en el ejercicio de proyección, recibimos datos entre tanto y lo miramos todo. Si hay un cambio significativo con respecto a nuestro escenario de referencia, reevaluamos", dijo Lagarde en una rueda de prensa tras participar en la reunión del Eurogrupo en Budapest.
La presidenta del BCE respondió así preguntada sobre si debería producirse un deterioro importante de la situación económica para que el consejo de gobierno de la institución se plantease aplicar un nuevo recorte de los tipos de interés en su reunión de octubre tras el decidido ayer.
El BCE bajó el jueves el tipo de interés de referencia en un cuarto de punto, hasta el 3,5 %, en el que es su segundo recorte del año y el nivel más bajo desde junio de 2023, y recortó en 0,25 puntos la tasa de facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día y es su nuevo tipo de referencia-, hasta el 3,5 %.
Lagarde recordó que el emisor de la eurozona actúa de forma "independiente", sin atender a las presiones políticas o comentarios que lleguen de los países, guiado por el mandato de estabilidad de precios y los datos que reciben.
"He dejado muy claro que determinamos nuestra posición sobre la base de las perspectivas de inflación, la inflación subyacente y la transmisión de la política monetaria", afirmó tras su reunión con los representantes de los veinte miembros de la eurozona.
La francesa recordó que la tasa de inflación anual en la eurozona pasó de un máximo del 10,6 % en octubre de 2022 a situarse ahora en el 2,2 % por lo que, pese a la heterogeneidad entre los países de la eurozona, "es ciertamente un buen avance hacia nuestro objetivo" (que se sitúa en el 2 % a medio plazo).
"Seguimos decididos alcanzar ese objetivo de manera oportuna", apostilló.
Budapest, 13 sep (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) se comprometieron este viernes a diseñar unos planes fiscales para los próximos años que sean "creíbles y exhaustivos", pero asumieron que habrá retrasos con respecto al 20 de septiembre que se habían marcado como fecha orientativa para remitirlos a Bruselas.
"Es realmente importante que estos planes sean creíbles y exhaustivos para conseguir esas metas gemelas de permitir que nuestras economías crezcan y a la vez garantizar unas finanzas públicas sostenibles, seguras y sanas", dijo en una rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe.
El irlandés fue preguntado por el hecho de que algunos países ya hayan anunciado que no podrán cumplir por diversos motivos el compromiso de enviar a las autoridades comunitarias el 20 de septiembre sus trayectorias fiscales a medio plazo, que son la primera piedra para la elaboración de los presupuestos de 2025 y el arranque, por tanto, de las nuevas reglas pactadas en el inicio del año.
Donohoe contestó, en particular, que "todos los Estados miembros están haciendo todo lo posible" para cumplir con los compromisos adquiridos en este proceso, pero añadió que "también es cierto que existen situaciones políticas en diferentes países" que se derivan del "inevitable" proceso democrático, algo "que está reconocido en el nuevo marco (fiscal) y también por la Comisión".
El presidente del Eurogrupo señaló que este punto sobre el arranque de las nuevas reglas presupuestarias ha ocupado la mayor parte de la reunión de los socios del euro, que se ha desarrollado durante apenas dos horas y en la que sólo siete países han estado representados a nivel de ministros (Eslovenia, Malta, Luxemburgo, Italia, Chipre, Bélgica y Croacia), según fuentes comunitarias.
En los días previos a la cita ya se preveía que el encuentro sería a medio gas, en parte por el boicot que algunos países anunciaron sobre Budapest por las relaciones de cercanía del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, con el presidente ruso Vladimir Putin, y la ruptura por parte del primero de la línea común de la UE con una visita a Moscú al inicio de la presidencia húngara.
Otros, como el ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, o el titular alemán de Finanzas, Christian Lindner, han aducido problemas de agenda.
El Eurogrupo, que organiza su presidente y no la presidencia de turno, se ha visto afectado por esta situación, pero Donohoe ha defendido la convocatoria en la capital húngara aduciendo que "el trabajo de la eurozona tiene que continuar", al tiempo que ha destacado que "todos los países han estado representados" - aunque algunos a nivel inferior al ministerial - en un encuentro que ha calificado como "efectivo".
Budapest, 13 sep (EFE).- Más de la mitad de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, así como los comisarios europeos, estuvieron ausentes en la reunión informal de titulares económicos organizada por Hungría debido a los recelos hacia el primer ministro, Viktor Orbán, pese a lo cual Budapest la calificó de "éxito".
"La reunión de Budapest ha sido un éxito en todos los aspectos, en términos de participantes y de lo dicho en las reuniones", dijo el ministro de Finanzas húngaro, Mihaly Varga, en una rueda de prensa al término de la primera jornada del encuentro en la que, al contrario de lo habitual en estos casos, no estuvo acompañado por el vicepresidente de la Comisión Europea Valdis Dombrovskis.
Ni él ni el comisario del ramo, Paolo Gentiloni, asistieron a la reunión puesto que el Ejecutivo comunitario decidió no enviar representantes del más alto nivel a los encuentros organizados por Hungría debido a que Orbán estrenó su presidencia del Consejo de la UE con una visita al presidente ruso, Vladímir Putin, en contra de la política europea de apoyo férreo a Ucrania.
Apenas una decena de los 27 países de la UE enviaron a sus ministros, en algunos casos, como Suecia o Austria, porque habían anunciado abiertamente que boicotearían las reuniones informales. Otros, como el ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, o el titular alemán de Finanzas, Christian Lindner, han aducido problemas de agenda.
El ministro húngaro argumentó que, "a pesar de la idea del boicot", todos los Estados enviaron a algún representante y que además asistieron representantes al más alto nivel de instituciones internacionales, como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, o la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde.
Varga habló de "ideas creativas en la UE para obstruir la política húngara" y de "sanciones" incentivadas por Bruselas que, consideró, "en este caso han funcionado en beneficio de la presidencia húngara".
El día anterior, la eurodiputada húngara del partido de Orbán, el Fidesz, Enikö Györi había asegurado en una charla sobre la presidencia húngara que "la misión de paz de Orbán ha generado consternación en varios países comunitarios".
Györi aseguró que estos son los "países halcones, que quieren mandar cada vez más armas a Ucrania", aludiendo claramente al argumento del Gobierno de Orbán que asegura que el boicot se debe a que el país centroeuropeo quiere negociaciones de paz inmediatas, recoge el portal independiente 444.hu.
Las reuniones informales de ministros de Economía (Ecofin) suelen ser, junto con las de Asuntos Exteriores, las que consiguen una mayor asistencia de los titulares de los Veintisiete entre las que organiza cada semestre en su territorio el país que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Aunque no se pueden adoptar decisiones formales, suelen servir para avanzar en la negociación de dosieres importantes o espinosos, como la reforma de las reglas fiscales europeas, la unión bancaria o incluso los rescates financieros durante la pasada crisis del euro.
En el caso de la reunión de este viernes, el debate giró por la mañana en torno a la situación macroeconómica en la eurozona, mientras que por la tarde abordaron el modo de encontrar financiación para la transición ecológica y las posibles soluciones para ayudar a los países de renta baja.
El encuentro continúa mañana con una sesión dedicada al impacto de los cambios demográficos en la sostenibilidad de la deuda pública, aunque contrariamente a lo habitual, no está prevista ninguna comparecencia ante la prensa para dar cuenta de los resultados.