Estambul da estatus de lugar de culto a los templos de la religión aleví

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Estambul, 13 sep (EFE).- La Asamblea Municipal de Estambul ha votado este viernes reconocer como lugar de culto los 'cemevi', los templos de los alevíes, una religión monoteísta cuya definición como rama del islam es motivo de polémicas, informa la prensa turca.

En su sesión de hoy, al definir las atribuciones de la dirección general de relaciones con instituciones religiosas y comunitarias, la Asamblea decidió enumerar como lugares de culto las "mezquitas, cemevi, iglesias y sinagogas".

Dar a sus templos el estatus oficial de lugar de culto es una antigua reivindicación de la comunidad aleví, una rama religiosa que representa a al menos un 5 % de la población de Turquía (unas 4 millones de personas), según varias encuestas, aunque hay estimaciones muy superiores, que llegan hasta los 20 millones.

El Gobierno del presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, siempre se ha resistido a dar este paso, considerando a los cemevi únicamente como centros culturales, pero no religiosos, pese a que sirven para el rito semanal religioso aleví, muy distinto de un rezo musulmán.

Dar a estos centros el estatus de templo significaría reconocer que la fe aleví no forma parte del islam, insistió hoy Murat Türkyilmaz, portavoz en la Asamblea de Estambul del partido islamista AKP, fundado y dirigido por Erdogan, al explicar el voto en contra de su formación.

"Nos oponemos a los esfuerzos de dar a la fe aleví una imagen alternativa de ser una 'religión' fuera del islam. Sabemos que esta imagen también preocupa a muchos alevíes", dijo Türkyilmaz a la agencia pública Anadolu.

Los alevíes turcos, cuya práctica de la fe no coincide con la de la homónima rama religiosa alauí de Siria y Líbano, forman una comunidad a la que se pertenece por nacer en una familia aleví y muchos de sus miembros son poco religiosos o incluso se declaran agnósticos.

Durante el rito semanal, que se celebra habitualmente el jueves, hombres y mujeres se reúnen en el 'cemevi', que puede ser cualquier edificio comunitario, bajo la dirección de un 'dede', una especie de sacerdote cuyo oficio es hereditario, para invocar a Dios.

Repiten la fórmula "Alá, Mohamed, Alí", mientras permanecen arrodillados, pero sin practicar los movimientos del rezo musulmán, ni leer suras del Corán, y el rito termina con un baile de 12 jóvenes, seis chicos y seis chicas, así como con el reparto de pan y fruta a todos los participantes. EFE

iut/wr/rf

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