Un gran jurado de Nueva York ha acusado de nuevo al productor estadounidense Harvey Weinstein en el caso por supuestos delitos de violación y abuso sexual, repetido ahora en septiembre tras detectarse irregularidades en la admisión a trámite de algunos testimonios que sirvieron para condenarle a 23 años de prisión en 2020.
Los detalles de esta nueva acusación todavía no se han dado a conocer, y los fiscales al cargo del caso han incidido en que seguirán bajo secreto hasta que Weinstein pueda estar presente en el tribunal, según señala la prensa estadounidense. El productor no ha acudido a la sesión debido a que, a comienzos de semana, fue trasladado de urgencia al hospital para una cirugía cardíaca de emergencia.
El Tribunal de Apelaciones de Nueva York anunció a finales de abril la anulación de la condena contra el antiguo productor de Hollywood tras concluir que el tribunal de primera instancia que abordó el juicio contra el productor “admitió erróneamente” a trámite los testimonios de mujeres víctimas de una serie de abusos que no formaban parte del caso en cuestión. En este contexto, la Justicia ordenó repetir el juicio, lo que fue bien recibido por el equipo de abogados del acusado.
El sospechoso, caído en desgracia tras aquella condena, se ha mantenido siempre firme en su inocencia a lo largo de los últimos años, y ha negado en todo momento cualquier relación sexual no consentida.
Weinstein, de 72 años, fue condenado en 2020 por acto sexual criminal en primer grado y violación en tercer grado. Durante el juicio prestaron testimonio Miriam Haley y Jessica Mann, si bien también testificaron otras tres mujeres ajenas a la causa, pero que denunciaban “malos actos previos”.
Haley testificó que el productor le practicó sexo oral a la fuerza en 2006 en su apartamento en Manhattan; mientras que Mann aseguró que el productor la violó en 2013, durante lo que ella describió como una relación abusiva.
Los fiscales trataron de demostrar con el testimonio de las otras tres mujeres que Weinstein presentaba un patrón de abuso sexual. El acusado cumple actualmente condena en una prisión de Rikers Island, en Nueva York.
En febrero de 2023 fue condenado a otros 16 años de prisión por la Justicia de Los Ángeles también por delitos de violación y agresión sexual. El escándalo originó el movimiento #MeToo, con el que cientos de mujeres denunciaron haber sufrido episodios de abuso sexual.