Londres, 12 sep (EFE).- El primer ministro británico, Keir Starmer, prometió este jueves una reforma radical de la Sanidad pública del Reino Unido, después de que un informe revelase su "estado crítico", con largas listas de espera, edificios sanitarios "en ruinas", baja moral del personal y operaciones en instalaciones "decrépitas".
El documento divulgado este jueves, encargado por el Ejecutivo y completado en apenas nueve semanas por el prestigioso cirujano Ara Darzi, revela un panorama desolador del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) por la falta de inversión en el sector, la pandemia, las medidas de austeridad aplicadas por el anterior Gobierno conservador y un deterioro de la salud de la población.
Al publicarse el informe, Starmer admitió que el NHS debe reformarse o morir porque los trabajadores no pueden pagar más impuestos para asumir los costes cada vez más altos de la atención sanitaria, por lo que pondrá énfasis en pasar de la enfermedad a la prevención.
Según el informe Darzi, los crecientes niveles de enfermedad están poniendo en riesgo la prosperidad económica, ya que 2,8 millones de personas no pueden trabajar debido a problemas de salud.
Agrega que el Reino Unido tiene unos niveles de mortalidad por cáncer más altos que otros países, debido a que no ha aumentado el número de citas médicas y tratamientos oncológicos.
El NHS, agrega el documento, se ha visto privado de inversiones de capital, lo que significa "edificios en ruinas", pacientes de salud mental en "celdas de la era victoriana infestadas de alimañas" y operaciones en algunos casos en "portacabinas decrépitas".
No obstante, Darzi, que ostenta el título de lord, sostiene en su informe que el NHS puede arreglarse.
"Nada de lo que he encontrado pone en duda los principios de un servicio de salud financiado por los contribuyentes, gratuito en el momento de su uso y basado en la necesidad y no en la capacidad de pago", señala el médico, que considera que el Reino Unido "no puede permitirse el lujo de no tener el NHS."
Darzi señala que los factores que afectan la salud, como la mala calidad de la vivienda, los bajos ingresos y el empleo inseguro, "han avanzado en la dirección equivocada en los últimos 15 años, con el resultado de que el NHS se ha enfrentado a una creciente demanda de asistencia sanitaria por parte de una sociedad en apuros".
Agrega que hubo un aumento de la mala salud mental entre niños y jóvenes, con menos pequeños que reciben sus vacunas.
La gente tiene dificultades para ver a su médico de cabecera y el número de profesionales médicos disminuye.
En un discurso en Londres al publicarse el informe, Starmer expresó su compromiso a trabajar en áreas fundamentales de reforma para que el NHS esté preparado para el futuro y expresó su compromiso de construir un plan de 10 años.
"Quiero enmarcar este plan en torno a tres grandes cambios: primero, pasar de un NHS analógico a uno digital. Un servicio de mañana, no sólo un servicio de hoy. En segundo lugar, tenemos que trasladar más atención de los hospitales a las comunidades, y en tercer lugar, tenemos que ser mucho más audaces al pasar de la enfermedad a la prevención", dijo Starmer en un discurso en Londres.
"La gente tiene todo el derecho a estar enfadada, no es sólo porque el NHS sea tan personal para todos nosotros, es porque algunas de estas fallas son de vida o muerte", dijo.
"Nos estamos convirtiendo en una sociedad más enferma" porque 2,8 millones de personas están "económicamente inactivas" debido a problemas de salud.
Lograr que las personas recuperen la salud y el trabajo reduciría los costos del NHS e impulsará un crecimiento económico, agregó.